El cineasta Bernardo Bertolucci, hasta ahora discreto sobre sus problemas de salud, quien usa silla de ruedas, dijo este jueves que Roma es una ciudad prohibida para dicapacitados.

Vivo en la ciudad prohibida. Los alrededores de mi casa en el Trastevere, parecen campo de batalla: no puedo circular con esta silla de ruedas eléctrica, dijo al presentar su filme más reciente Io e Te (Yo y Tu).

Citó las aceras en mal estado y los lugares para transitar, invadidos por los automóviles en estacionamiento prohibido, y relató con emoción cómo tuvo que ser transportado en brazos de desconocidos para subir al Capitolio, en Roma, para asistir a una boda.

Cuando pregunté si había rampa me miraron como a un marciano, subrayó Bertolucci, de 71 años.  Lo digo por mí y por quienes como yo no tienen autonomía de movimiento, añadió Bertolucci; subrayó también lo difícil que es circular para las madres con carreolas o los viejos.

Bertolucci dijo que le envió una carta al alcalde de Roma, pero recibió una respuesta patética y de mala fe, al indicar que no podía desfigurar el lugar construido por Miguel Ángel con una rampa para discapacitados.

Hablo por todos los que no son autónomos. Sé que mi voz será escuchada, agregó.