El libro y devedés de la serie, de Eduardo Lizalde Farías, se presentarán mañana en el Zócalo
En casi 10 años de investigación descubrí que somos más parecidos de lo que sabíamos
Jueves 18 de octubre de 2012, p. a10
Seducido por el Caribe, el cinedocumentalista Eduardo Lizalde Farías emprendió una investigación que concretó casi 10 años después en la serie El Caribe fortificado. Después el trabajo mutó y dio origen al libro titulado Cádiz y el Caribe: una relación trasatlántica, impresionante volumen en el que participa un grupo de especialistas. Pero dejemos que el propio autor comente el origen de esta obra.
Lizalde Farías empieza con su recuerdo más remoto: Fue un proceso de casi 10 años de esfuerzos, que surgió a partir de una intuición creativa de documentar la riqueza patrimonial del Caribe. Lo que he descubierto y constatado durante esa década es que las fortificaciones son algo común en la región, en términos patrimoniales tangibles, porque hay lugares que incluso han perdido sus centros históricos coloniales, otros no tienen zonas arqueológicas y otros más no tienen población indígena, pero en casi todas las islas y países caribeños hay alguna fortificación o vestigio importante de esas construcciones
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Apoyo académico de Carimos
Menciona: “El Caribe fortificado surgió cuando escuché una entrevista del equipo de la Organización del Gran Caribe para los Monumentos y Sitios (Carimos, por sus siglas en inglés), en Veracruz, en la que participaron Ramón Paulini y Carlos Flores Marini, quienes despertaron en mí el deseo de hacer un documental sobre la región. De manera independiente, me lancé a investigar, pues busqué recursos pero fue muy difícil obtenerlos porque el primer viaje comprendió República Dominicana, Venezuela, Colombia y Panamá, y el equipo era de dos personas. Después nos quedamos sin dinero, porque hubo una especie de traición institucional nos dejaron sin los recursos que habían prometido, esto fue en 2001. Dos años después en colaboración con Nicolás Triedo un recorrido por la fortificaciones de México: Veracruz, Campeche, Quintana Roo e incluso llegamos a Belice. Nos volvimos a quedar sin dinero, pero en 2007 Jorge Volpi, cuando fue director de Canal 22, fue sensible al tema y nos ayudó para obtener recursos institucionales; con ese dinero realizamos la última fase de grabación del proyecto, lo cual nos llevó a recorrer Puerto Rico, Jamaica, Haití, Curaçao y San Lorenzo de Chagres, en Panamá... Finalmente, todos los documentales que forman la serie El Caribe fortificado se hicieron. Claro, además en el camino visité Cuba, Jamaica y Guatemala, donde hicimos otras grabaciones.
El trabajo se realizó siempre muy de cerca al grupo de expertos de Carimos, aval académico del proyecto. Los arquitectos e historiadores de la organización desde hace 30 años realizan esfuerzos con la intención de que se designe a todo el Caribe como patrimonio cultural de la humanidad, a pesar de que ya hay varias ciudades declaradas como tales. Si se designara en conjunto al Caribe sería el área del mundo más grande como patrimonio cultural de la humanidad; duplicaría en extensión a la Muralla China.
Fascinación
El cinedocumentalista reveló: “El Caribe ha ejercido sobre mí fascinación; viví cuatro años en La Habana, después en el Caribe mexicano y cada que puedo me acerco a él. Durante la investigación descubrí que los habitantes de esta región somos más parecidos de lo que sabemos, en términos culturales, de idiosincrasia y cosmogonía. Sin embargo, estamos más alejados que nunca por un asunto que tiene que ver con intereses ajenos. Descubrí que las posturas imperiales no se han modificado nunca, lo que cambia son los nombres de los imperios, geografía y bandera, pero la actitud imperial es exactamente igual que hace 2 mil años. Específicamente en esta región es la misma que hace 500 años.
La actitud que tenían las coronas frente a sus posesiones de ultramar o sus colonias son las mismas que hace 500 años, hoy las rutas comerciales y militares están controladas por los que tienen más posesiones en la región.
Lizalde Farías agrega: “Entonces El Caribe fortificado se volvió una especie en torno a la historia de colonialismo en los 500 años pasados en esta zona. Parte de la importancia de esta serie radica en que es la primera vez que se hace un documental en varios países de forma independiente, porque los apoyos que tuvimos fueron muy modestos, y se hace con una visión caribeña: todos los testimonios, los fotógrafos, los creativos, todos los que participamos somos del Caribe, no es una visión de Discovery Channel ni del National Geographic, ni de la BBC de Londres.
Además, la serie es importante por que al verla se puede constatar que en la medida en que nos conozcamos mejor podremos ser capaces de conservar las cosas comunes valiosas de la región: como el patrimonio monumental, testimonio de la historia, de sucesos heroicos, terribles y vergonzosos
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Posteriormente se montó una exposición fotográfica de este trabajo, explica Lizalde Farías, con imágenes de Nicolás Triedo, Alain Kerriou, Andrés López Carrasco. Lo que originalmente iba a ser el catálogo de esa muestra llamó la atención a la Universidad de Alcalá. Hicimos la edición y lo acompañamos con dos devedés.
Lizalde Farías concluye: El libro fue coordinado por Pilar Chías y Tomás Abad; se incluyen los análisis de 20 fortificaciones caribeñas como las de la isla de Santo Domingo Panamá, Colombia, Venezuela y Cuba, en los cuales participan Ramón Paolini, Alfredo Castillero y Esteban Vicioso, entre otros. La traducción de los textos al inglés fue hecha por Citlali Fuentes
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El libro y los devedés se presentarán mañana en la Feria del Libro del Zócalo, a las 16 horas en el Salón Macondo, con la participación del Eduardo Lizalde Farías, Carlos Flores Marini y la doctora Margarita Vargas. La entrada es libre.