Guanajuato,Gto., 13 de octubre. La historia del caballero de la triste figura, Don Quijote, el hombre que vivió loco y murió cuerdo, de Miguel de Cervantes Saavedra, se presentó en Guanajuato con la ópera de cámara del español Tomás Marco, en el Festival Internacional Cervantino (FIC), edición 40.

Las situaciones divertidas, trágicas y extrañas que nacen en la imaginación de Don Quijote, sorprendieron al público que asistió al teatro Juárez, al ver en el escenario a cantantes de ópera y a un grupo de bailarines, que dio vida a varios personajes de la trama cervantina.

La música y el libreto de Tomás Marco transmitió los sueños y el espíritu de Don Quijote: el cuerdo que se le va la cabeza en otros asuntos, pero que los pies los sigue teniendo en el suelo, como describió el propio Cervantes.

La ópera El caballero de la triste figura, fue un encargo que la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales hizo a Tomás de Marco con ocasión del cuarto centenario de El Quijote.

La obra –en la que participa el Coro de la Comunidad de Madrid y Ensemble de la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid– tiene pasajes humorísticos y de ironía. Está dividida en un prólogo que contiene poemas insertos en El Quijote y presenta a los personajes, además se hace una reflexión sobre la pericia del autor.

También hay un epílogo con poesías de epitafios que se le hicieron a Cervantes, así como siete escenas características y algunas fundamentales, como la de la Cueva de Montesino, donde el texto deja sospechas sobre la sinceridad de Don Quijote, pero Sancho lo defiende y argumenta que no miente y que los disparates son producto de los encantadores, porque el caballero andante no tenía tiempo para inventar.

Previo a la presentación del espectáculo musical, su autor explicó a los medios de comunicación que no fue fácil realizar la ópera, que el mayor reto que tuvo fue hacer un libreto teatral usando palabras que sólo Cervantes podría decir. Yo no agregué ni una sola, aclaró.

El espectáculo musical incluye fragmentos de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha como La vela de armas, Los molinos de viento, Las ovejas, La cueva de Montesinos, Clavileño, Barataria y El Caballero de la Blanca luna.

El caballero de la triste figura es un montaje novedoso que mezcla teatro, danza y música. El compositor intentó conservar la esencia de Cervantes al mostrar a un Quijote que defiende la justicia, incluso ante las causas perdidas.

El caballero de la triste figura comparte su locura y recuerda al público, en estas tierras cervantinas, que debemos soñar con algo para dar sentido a la vida.

El director de escena, Guillermo Heras, comentó que la ópera es un género actual y tiene una proyección popular social, porque Tomás Marco es rabiosamente contemporáneo, pero también tradicional.

En la obra, la orquesta está conformada por dos flautas, dos trombones, dos violonchelos, dos percusionistas y un sintetizador. Participan sólo cuatro voces y 11 instrumentistas.

La obra, cuyo director musical es José Luis Castillo, contó con elementos escenográficos inspirados en los inventos de Leonardo da Vinci, como la estructura metálica que representó al caballo y las palabras escritas al revés en el suelo y en algunas paredes.

La noche, el teatro Juárez y la capital cervantina, enmarcaron la presencia del caballero andante que posee pensamientos cuerdos disfrazados de locura y de Sancho, filósofo pobre y humilde, pero siempre leal.

La ópera de cámara, con la participación de la mezzosoprano Ana Cristina Marco, el barítono Alfredo García, el tenor Eduardo Santamaría y la soprano María Rey-Joly transcurrió en un lugar de la mancha de cuyo nombre nadie quiso acordarse.