Economía
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Cuestiona ministro brasileño recorte del gasto público y el alza de impuestos a rajatabla

En duda, efectividad de políticas de austeridad para frenar la crisis

La deuda de países de la eurozona, EU y Japón, en un nivel sin precedente desde la Segunda Guerra Mundial: Lagarde

Sin crecimiento, difícil reducir el débito público, dice la jefa del FMI

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La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde (izquierda), ayer durante su exposición durante la sesión plenaria de la reunión de ese organismo y el Banco Mundial en Tokio, JapónFoto Ap
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Periódico La Jornada
Sábado 13 de octubre de 2012, p. 22

Tokio, sábado 13 de octubre. La efectividad de las políticas de austeridad impuestas en los países avanzados para contener la crisis financiera y económica fue puesta en duda por representantes de naciones en desarrollo y de organismos internacionales, que aseguraron que los costos de la falta de resultados de esos programas está afectando a otras regiones.

Las economías avanzadas no pueden contar con salir de la crisis a costa de los países en desarrollo, aseguró aquí Guido Mantega, ministro de Finanzas de Brasil.

La deuda pública de los países de la eurozona más Estados Unidos y Japón está en un nivel que no tiene precedente desde la Segunda Guerra Mundial, expuso Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al intervenir en una de las reuniones plenarias de la asamblea anual que ese organismo y el Banco Mundial realizan en esta capital. En conjunto, los gobiernos de esas naciones deben un monto equivalente a 110 por ciento del valor de su economía, dijo. En algunos casos, como el de Japón, los pasivos equivalen a 236 por ciento de su producto interno bruto (PIB). Y en todos los casos va en aumento.

Apremian poner fin al desempleo

La primera prioridad de los gobiernos y organismos internacionales es superar la crisis y restablecer el crecimiento, especialmente para poner fin al flagelo del desempleo, dijo Lagarde, al dirigirse a la asamblea anual. Quizá el mayor obstáculo será el enorme legado de deuda pública, que actualmente representa en promedio casi el 110 por ciento del PIB en las economías avanzadas, el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial. Tal magnitud, abundó, deja a los gobiernos atados de manos cuando intenten construir la infraestructura del siglo XXI y cumplir al mismo tiempo las promesas sociales. Las necesidades de una población en rápido proceso de envejecimiento acrecentarán estas presiones. La historia nos enseña una lección clara: reducir la deuda pública es una tarea increíblemente difícil si no hay crecimiento. Un alto endeudamiento, a su vez, hace más difícil lograr tal crecimiento, aseguró.

Si la prioridad del FMI es que se restablezca el crecimiento, en esta reunión se ha hecho patente, precisamente, la duda sobre la estrategia impulsada para revertir la crisis en los países desarrollados, que ha disparado el desempleo a tasas mayores a 20 por ciento de la población activa en países como España y Grecia.

Los países desarrollados deben cambiar el foco de sus políticas de la reducción del déficit fiscal y la devaluación interna (basada en la reducción de los salarios para aumentar la competitividad de la economía) para restablecer el crecimiento porque es la única manera en que se puede evitar la recurrencia de una crisis financiera y fiscal, sostuvo en este mismo foro Supachai Panitchpakdi, secretario general de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Para que el mundo pueda romper el círculo vicioso de lento crecimiento económico, aumento del desempleo, reducción del crédito para las empresas, austeridad fiscal y fragilidad del sector financiero son necesarios esfuerzos internacionales más coherentes y coordinados, expresó Helen Clarck, administradora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

El recorte del gasto público y el alza de impuestos, la austeridad a rajatabla para enfrentar la crisis –una posición defendida nuevamente aquí por el gobierno alemán– no está generando condiciones para superar la crisis de producción y empleo.

Economías avanzadas no pueden avanzar a costa de las emergentes

Lo expresó Guido Mantega, ministro de Finanzas de Brasil, al hablar en la reunión plenaria del Comité Financiero y Monetario Internacional del FMI. Nadie niega la necesidad de una creíble consolidación fiscal (reducción del déficit público y de la deuda como proporción del PIB) en el mediano plazo. En el corto plazo, sin embargo, deben tomarse medidas fiscales para promover el crecimiento de la demanda agregada (consumo e inversión públicos y privados) y de la creación de empleo o al menos mitigar el impacto de la consolidación fiscal en la actividad económica y el empleo, expuso.

Los países con economías avanzadas, que ahora mismo son el epicentro de la crisis, como lo definió el FMI, no pueden contar con salir de la crisis a costa de los países con economías emergentes, dijo Mantega. Los países industrializados deben repensar sus estrategias macroeconómicas, abundó. Los países en desarrollo no pueden soportar pasivamente las consecuencias de las políticas de las naciones avanzadas expresadas a través de mayores y más volátiles flujos de capital y movimientos del tipo de cambio, abundó.

China, la segunda economía del mundo y la mayor del mundo en desarrollo, se expresó en un sentido similar. Las principales economías avanzadas necesitan realizar mayores esfuerzos para estabilizar sus economías y apoyar la recuperación, así como para contener los negativos efectos de contagio hacia otros países, planteó Yi Gang, gobernador alterno de China ante el FMI (los jefes de la delegación de ese país no vinieron en señal de malestar por el diferendo de China con Japón por la soberanía sobre unas islas en el Mar de China)

El camino que tenemos ante nosotros es angosto y largo, describió Lagarde. La inestabilidad económica y financiera actual de Europa sigue constituyendo una amenaza para el crecimiento y el empleo en los países en desarrollo, apuntó este día Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.

El Fondo propuso flexibilizar los plazos para que algunas naciones de Europa, en particular para España y Grecia, cumplan los objetivos de reducción del déficit, posibilidad rechazada por el gobierno alemán. En su participación en este foro, el ministro de finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, ha defendido la idea de su gobierno de que se siga adelante con los planes de ajuste económico para reducir el déficit fiscal de los países europeos en los plazos fijados por el gobierno comunitario. Si estás escalando una montaña y retrocedes para tomar descanso, después será más difícil volver a subir, dijo Schäuble.