Impartió clase magistral en Bellas Artes
Jueves 11 de octubre de 2012, p. 5
El director Riccardo Muti concluyó anoche su segunda gira por México con un concierto en el Palacio de Bellas Artes al frente de la Orquesta Sinfónica de Chicago, de la que es titular.
Horas antes, el legendario director italiano, ante decenas de músicos de diversas especialidades y estudiantes, ofreció en ese recinto una clase magistral de dos horas, en la que reveló varios de los misterios y secretos de su oficio.
Para ello, recibió el apoyo de una treintena de ejecutantes de la Orquesta Sinfónica Nacional, con los cuales mostró paso por paso cómo se prepara una obra, desde el momento en el que el director y la orquesta se conocen hasta la compleja pasamanería que debe hacerse para que la obra suene como se quiere.
La pieza elegida fue el primer movimiento de la última sinfonía de Wolfgang Amadeus Mozart, la 41, conocida también como Júpiter. La más misteriosa, metafísica
, escrita por él, una partitura que parece solar, pero que no lo es
, dijo.
Generoso y siempre con guiños de buen humor, Muti sostuvo que la dirección de orquesta no es una ciencia: No se aprende en libros, ni (Arturo) Toscanini ni (Wilhelm) Furtwängler lo hicieron
.
Entre otros aspectos, recalcó que un director no sirve
si su pretensión es sólo hacer sonar a la orquesta, y para ejemplificar pidió a los músicos que tocaran sin él.
La dirección de orquesta es una profesión inutil
, bromeó al escuchar el buen resultado, para enseguida enfatizar que el ideal en un concierto es que, al tocar, se tenga la sensación de que la orquesta dirige al director
.