Durante tres años, el Palacio de Quetzalpapálotl fue sometido a profunda restauración
Se atendieron fisuras, filtración de agua, restitución de pisos y se intervino pintura mural, entre otras acciones, informa especialista
Grupos de 20 personas pueden visitarlo durante 10 minutos
Jueves 11 de octubre de 2012, p. 4
Teotihuacán, Méx., 10 de octubre. El Palacio de Quetzalpapálotl, ubicado en la zona arqueológica de Teotihuacán, constituye uno de los complejos arquitectónicos más importantes de esta cultura, por lo que tuvo una de las mayores intervenciones de conservación, restauración y mantenimiento, lo cual permitirá frenar su deterioro.
Desde 2009 y durante tres temporadas de trabajo, arqueólogos, especialistas, arquitectos y restauradores laboraron sobre los mil 200 metros cuadrados del conjunto para atender y corregir problemas de fisuras, filtraciones de agua, restitución de pisos, trabajos de exploración arqueológica, intervención en muros, columnas y pintura mural.
El recinto, emplazado en la esquina suroeste de la Gran Plaza de La Luna, presentaba problemas y deterioro acumulados durante más de 45 años, ocasionados por factores meteorológicos, que provocaron filtraciones y humedades, además de desprendimiento de estucos y materiales originales.
Edwin Romero Meneses, encargado de la parte arquitectónica, manifestó que desde el 21 de septiembre de 2009, el Quetzalpapálotl fue cerrado para comenzar los trabajos de conservación y durante 14 meses (en tres años) se atendió de manera integral.
Explicó que en más de 800 metros cuadrados se retiraron pisos de cemento y se sustituyeron por materiales más idóneos.
“Lo que aplicamos ahora son materiales compatibles, al utilizar en mayores cantidades lo que es cal viva, barro arena de río y un porcentaje mínimo de cemento, es decir, no lo tomamos como una forma aglutinante sino como un compuesto para mantener la estabilidad en los pisos.
También trabajamos en el mantenimiento preventivo y correctivo, porque atendimos problemas de fisuras, microfisuras de microambientes generadas por humedad y filtraciones que ponían en riesgo la evidencia original arqueológica
, dijo.
En la antesala del Palacio de Quetzalpapálotl, se atendieron problemas en el maderamen del techo, que consta de 388 morillos y vigas maestras.
Lo que hicimos fue generar una cámara de fumigación y aplicar químicos y preservadores para la madera, colocamos monofilamento de polietileno, que es una membrana, una red para evitar nidos, los insectos e incluso murciélagos que teníamos en la cubierta
, abundó Romero Meneses.
Verónica Ortega, arqueóloga encargada del proyecto, detalló que el palacio tenía afectaciones, debido al deterioro de los materiales usados para su reconstrucción en los años 60 del siglo pasado.
“Se realizaron esfuerzos en materia de restauración para preservar los enlucidos de estuco originales, las almenas que rematan el Palacio de Quetzalpapálotl, así como las columnas del Patio de los Pilares, cuyos quetzales y lechuzas labrados están asociados a la salida del Sol y a la noche, respectivamente.
A su vez, se intervino la pintura mural, única en toda la ciudad prehispánica. Sus diseños abstractos hacen alusión al agua y además tenía incrustaciones de mica y de obsidiana, por eso representa un modelo sin igual; aquí vemos cómo los teotihuacanos integraban plásticamente diferentes técnicas de decoración en las paredes
, dijo Ortega Cabrera.
Edwin Romero apuntó que al efectuar los trabajos de restitución de pisos, se hizo exploración arqueológica y ocurrió un descubrimiento importante.
Encontramos un hallazgo en el aposento sur, donde se localiza un drenaje que pudiera ser ritual, donde se encontró pigmento rojo. Pedimos la intervención del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Unoversidad Nacional Autónoma de México para analizar ese material y las conclusiones pudieran ser que se trata de un baño de carácter ritual. Esto es nuevo, el desagüe, que aumenta aún más el carácter de importancia del sitio, que es de élite.
El complejo arquitectónico Quetzalpapálotl fue descubierto en 1962 por el arqueólogo Jorge Acosta, y se excavó y consolidó en esos años con motivo de la apertura de varios conjuntos monumentales del sitio arqueológico, en 1964.
Hace unas semanas, el Quetzalpapálotl fue abierto al publico, con un nuevo tipo de visita, donde se diseñaron senderos que facilitan el flujo de personas y se realiza en grupos de 20 con permanencia de sólo 10 minutos.