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Ver día anteriorMartes 9 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Festejos

D

urante siglos los mexicanos comimos poco fuera de casa; hoy es frecuente hacerlo, sobre todo en ciudades grandes, debido a las distancias, a la falta de planeación urbana y a los horarios de trabajo. Cuando lo hacemos, muchos buscamos la calidad y sabores que tendríamos en el hogar. Por ello se agradecen restaurantes como El Bajío, que tiene entre sus propósitos conservar los tonos y calidad de la cocina tradicional mexicana.

Ayer, 8 de octubre, Carmen Ramírez Degollado, sus hijas y su hijo, celebraron 40 años de este lugar fundado en 1972, en Azcapotzalco, por Raúl Ramírez Degollado y Alfonso Hurtado Morellón.

Ya hemos contado aquí, que El Bajío inició con la venta de chicharrón y carnitas. A la muerte de su esposo, Carmen –conocida por muchos como Titita–, decidió cambiar el rumbo conservando la vocación original, pero presentando además un menú con especialidades de la cocina de su familia heredada de sus abuelos paternos y maternos.

En el libro Alquimias y atmósferas del sabor (2001), que también hemos reseñado, Titita reconstruye parte de su vida. Narra que sus recuerdos de infancia y juventud se entretejen en su memoria, aderezados siempre por las delicias culinarias que se preparaban en su casa.

En esos manjares se manifestaban los sabores particulares de la comida regional veracruzana; desde las serranías frías y húmedas de Las Vigas y las calurosas tierras de Papantla, hasta la castiza y fértil Jalapa, sin dejar de lado algunos sabores poblanos.

Llegar a El Bajío es disponerse a saborear las ricas gorditas de anís, las de plátano rellenas de frijol negro o las famosas chalupas y las petroleras. También nos deleitaremos con sabroso mole de olla, mixiotes, deliciosas enchiladas de mole, tamales pulacles con frijol, calabacita y ajonjolí, y en temporada, bacalao o chiles en nogada. Las aguas frescas de diversas frutas o los atoles si es de mañana, son el acompañamiento ideal. Los postres cierran con broche de oro. En el entorno, coloridas piezas de arte popular mexicano. Felicidades a Carmen Ramírez Degollado y a todos sus colaboradores por este importante esfuerzo en favor de la cocina mexicana.

Por otra parte, nos enteramos con gusto que en Iztapalapa continúan los festejos al maíz y la milpa. Los días 12, 13 y 14 de octubre se celebrará el primer Festival de la Milpa a la Mesa en el ex Convento de Culhuacán (INAH), de 9 a 20 horas. Habrá platillos y bebidas hechos con productos de la milpa, exposiciones, música, documentales, visitas guiadas y artesanías. Participan el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Patronato de la Enchilada, entre otros.