El juicio fue político, para silenciar el caso Vatileaks: diario de izquierda
Lunes 8 de octubre de 2012, p. 33
Ciudad del Vaticano, 7 de octubre. La rápida condena contra el ex mayordomo del Papa deja persistentes sospechas de que era un peón en una intriga mucho más amplia en el Vaticano con luchas intestinas en la corte papal y una presunta corrupción en los niveles más altos de la Iglesia católica. A pesar del deseo del Vaticano de pasar página rápidamente en uno de los peores escándalos de su historia reciente, el juicio a Paolo Gabriele por filtrar documentos confidenciales deja muchas preguntas sin resolver, haciendo que algunos lo hayan considerado un encubrimiento.
La tremenda velocidad con la que se resolvió el juicio del ex mayordomo del Papa alemán, y que debía concluir antes del Sínodo de la Nueva Evangelización
, el cual reúne a 262 arzobispos, obispos y patriarcas de todo el mundo, e inició este domingo, levantó serias sospechas en la opinión pública y en algunos medios italianos.
El Vaticano lo encubre to- do
, tituló el periódico de izquierda Il Fatto Quotidiano. Para el vaticanista de este diario, Mar- co Politi, el juicio de Gabriele fue “político, dada la voluntad del Vaticano de silenciar el caso Vatileaks”.
Los instigadores en la sombra y las complicidades desestimadas, los secretos que el veredicto no reveló
tituló en un tono muy crítico el diario La Repubblica, que se pregunta cómo es que Gabriele pudiera tener en su posesión documentos médicos y análisis de sangre de Joseph Ratzinger
.
Gabriele afirma haber actuado solo, y el fiscal Nicola Piccardi dijo que la investigación no permitió demostrar la existencia de cómplices exteriores; sin embargo, el mayordomo del Papa había hecho referencia a unas 20 personas
que compartían sus ideas y trabajaban en diferentes servicios del Vaticano.
Aunque el juicio pone al descubierto un ambiente de descontento y frustración en el círculo cercano a Benedicto XVI, que habría influido en el mayordomo, ningún elemento corrobora la tesis de un complot organizado.
Me parece que ha habido un claro esfuerzo del Vaticano para mantener cualquier revelación dentro de sus muros
, dijo John Allen, autor de numerosos libros de la Iglesia Católica y el papado.
Su intento por ser transparentes manteniendo el juicio en primera plana ha tenido sólo un éxito relativo
, declaró a la agencia Reuters.
Por su parte, el periódico italiano Corriere Della Sera establece una lista de preguntas:
Tomando en cuenta la personalidad frágil del mayordomo, ¿Alguien le sugirió, convenció u ordenó hacer lo que hizo?
; Gabriele robaba documentos desde 2006, pero comenzó a transmitirlos a un periodista en el 2011, ¿Por qué?”; ¿El informe realizado por la comisión de investigación compuesta por tres cardenales va a ser publicado?
; ¿Cuántos documentos y copias siguen en circulación?
.
Otras de las interrogantes que circulan es si la justicia del Vaticano examinará las denuncias de corrupción de la Santa Sede que figuran en los documentos, y el motivo por el que casi no se mencionó al periodista italiano Gianluigi Nuzzi que recibió cientos de documentos de Gabriele y publicó un libro.
El que Gabriele haya acumulado documentos desde que empezó a trabajar para el Papa sin filtrarlos hasta 2011, hace pensar a los observadores del caso que quizás estaba siguiendo órdenes de otras autoridades vaticanas, y al ser una de las menos de 10 personas que tenían llave del ascensor que accedía directamente a los aposentos papales, muchos observadores vaticanos se muestran escépticos con que un mayordomo pudiera haber actuado totalmente solo y sugieren que pudo haber sido obligado a asumir todas las culpas para esconder a personajes más importantes dentro de la Santa Sede.