Elena Poniatowska nos recuerda que, en 1968, “En Francia, en Japón, en Checoslovaquia, los jóvenes se levantaron para decir que no seguirían las reglas del pasado”, y afirma con toda razón que, en México, “el 2 de octubre hubo muerte, miedo, injusticia, pero también conciencia y lealtad”. Testigo y cronista de los días anteriores y posteriores a la matanza de Tlatelolco, Elenita revisa, corrige y aumenta su obra La noche de Tlatelolco, uno de los documentos más estremecedores sobre este auténtico parteaguas de la vida nacional mexicana. En el prólogo a la nueva edición, publicada por ERA, y que ofrecemos aquí a nuestros lectores, Poniatowska establece además el hilo conductor entre aquella gesta estudiantil y los diversos movimientos políticos que la sucedieron, hasta llegar a este presente de nuevo autoritarismo, retrocesos electorales y resurgimientos estudiantiles. |