La política cultural del Gobierno del Distrito Federal (GDF) ha generado mayores libertades e igualdades sociales en la capital del país, asegura en entrevista la titular de la Secretaría de Cultura, Nina Serratos, quien la noche de este jueves debió rendir un informe ciudadano de labores en el Museo de la Ciudad de México.

El 22 de octubre Serratos deberá comparecer ante la Comisión de Cultura y de Ciencia y Tecnología de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), para la glosa del sexto informe del jefe de gobierno capitalino Marcelo Ebrard.

Tenemos que seguir invirtiendo en la cultura, pues no es un gasto innecesario. Tenemos que trabajar más con la Asamblea Legislativa y la Cámara de Diputados para destinar mayores recursos al sector cultura, propone la funcionaria, cuya gestión concluye a principios de diciembre.

Serratos fue designada secretaria apenas en abril pasado, tras la salida de Elena Cepeda de León para participar en la campaña política de su esposo, Graco Ramírez, por la gubernatura de Morelos, que ganó en julio pasado.

Lo que ha guiado las políticas culturales de los gobiernos de izquierda, desde 1997 hasta la fecha, ha sido la idea de un desarrollo cultural comunitario, dice Serratos, y agregó que a partir de la administración de Ebrard se ha fortalecido además el planteamiento de la cultura como detonador del desarrollo sustentable y factor de cohesión social.

Con la llegada de la izquierda al gobierno del Distrito Federal, continúa, se comenzó a construir una política cultural propia, para que no quedara diluida con las políticas del gobierno federal, ello a partir de iniciativas precursoras de funcionarios culturales, como el escritor fallecido Alejandro Aura.

Asegura que el gobierno de Ebrard impulsó, desde la Secretaría de Cultura, el desarrollo de políticas culturas basadas en los derechos culturales de los ciudadanos –antes incluso de las reformas constitucionales de 2009–, que se encuentran en la Declaración de Friburgo de 2007.

Apoyo y capacitación

Lo que se ha intentado, agrega la funcionaria, es articular y sistematizar los logros de los diversos gobiernos de izquierda, como la descentralización de programas y proyectos hacia los distintos sectores sociales de las 16 delegaciones de la ciudad, muchos de ellos generalmente marginados de la oferta cultural.

Con muchas cifras sobre estos seis años, Serratos destaca sólo como un ejemplo que se ha apoyado a más de 2 mil colectivos culturales y capacitado a mil 100 promotores. Mencionó programas y proyectos como el Sistema de Teatros, el Circuito de Festivales o la Feria Internacional del Libro del Zócalo, la más visitada del país, que atendió a casi 6 millones de personas en esta administración.

Entre los diversos conflictos que se han enfrentado durante esta administración menciona lo que considera la actual estabilización y buen funcionamiento del Centro Cultural Ollin Yoliztli, que había pasado por inconformidades de docentes, estudiantes e incluso padres de familia.

Se le pregunta acerca de la salida de Paloma Sáiz, en 2009, de la coordinación de Fomento a la Lectura, lo cual fue visto desde fuera como una crisis en la Secretaría de Cultura, y tras reconocer el trabajo de la promotora comenta que se le dio seguimiento a los acertados programas que dejó, además de fortalecerlos y recrearlos.