Consternado por la fractura de tobillo que involuntariamente le ocasionó con una barrida en la lucha por el balón a César Villaluz, en el encuentro ante San Luis el pasado sábado, Jesús Molina manifestó que si juega dedicará a su colega el clásico del domingo frente a Chivas.

Estoy contento si el técnico me toma en cuenta, obviamente no lo estoy por la situación en que se encuentra César, pero la intención nunca fue lastimarlo, dijo tras el entrenamiento que las Águilas realizaron ayer a puertas cerradas en el estadio Azteca.

Le deseo (a Villaluz) una pronta recuperación. He tratado de comunicarme con él, no he tenido éxito, pero espero verlo, agregó el mediocampista, quien detuvo su auto afuera del coloso de Santa Úrsula con la intención de mandar un mensaje al jugador del conjunto potosino, quien estará fuera de las canchas al menos seis meses.

Fue una noche triste para mí porque nunca había lastimado a nadie. Desgraciadamente, ofrecerle una disculpa no será suficiente, pero le mostraré mi apoyo, sabe que cuenta conmigo en todo.

Molina apreció que San Luis no haya presentado ninguna solicitud de inhabilitación para él, pues observaron los videos y vieron que la entrada fue leal y que la inercia de la jugada lo llevó a pegarle a Vilaluz: La verdad es que trato de olvidarlo porque es algo que a uno le queda.

Por lo que se refiere al clásico Chivas-América, avizoró que será un bonito partido en el que el equipo tiene la oportunidad de aspirar a cosas grandes; siempre será muy importante por las aspiraciones, por la cuestión mental.

Sin embargo, coincidió con sus compañeros Hugo González y Adrián Aldrete, al señalar que a pesar del mal paso del Guadalajara, “en un clásico no hay favoritos, es un partido diferente en el que la intensidad y la mentalidad de los dos equipos va en aumento, porque ambos venimos de ganar.

No hay favoritos, solamente que nosotros jugamos por la mentalidad y por estar en casa estamos más obligados a ganar.

Sin embargo, en una entrevista de radio jalisciense el técnico Miguel Herrera opinó que Chivas no ha mostrado mejorías ni innovaciones con la llegada del técnico holandés Johan Cruyff y su asistente John van’t Schip.

Sinceramente esperaba ver una forma diferente de jugar, una revolución en el Guadalajara, pero no hemos visto nada que llame la atención. Yo no sé cómo estén trabajando porque hay mucha gente que se ha lesionado, que ha tenido molestias y que ha parado en diferentes fechas y eso no es bueno para el equipo, indicó.