Jueves 4 de octubre de 2012, p. 2
París, 3 de otubre. El veneno de mamba negra, peligrosa serpiente africana, contiene sustancias contra el dolor capaces de rivalizar con la morfina, pero con mucho menos efectos secundarios, indicaron el miércoles investigadores franceses.
Desde finales de la década de 1990, los científicos descubrieron una familia de proteínas, las ASIC, involucrada en el dolor, esencialmente presente en la membrana de las neuronas.
El papel de las ASIC y, sobre todo, las sustancias capaces de bloquear su acción constituyen, por tanto, pistas privilegiadas para hallar nuevos tratamientos contra el dolor.
Al buscar analgésicos de nueva generación, Sylvie Diochot y Anne Baron, del Instituto de Farmacología Molecular y Celular (CNRS/Universidad de Niza-Sophia Antipolis), estudiaron el veneno de la mamba negra (Dendroaspis polylepis), que es mortal en el hombre si no recibe tratamiento.
Procedimiento
Las investigadoras francesas analizaron los componentes de ese veneno y aislaron dos péptidos, proteínas cortas, que son capaces de suprimir la sensación de dolor inhibiendo algunos ASIC.
“Estos péptidos, que bautizamos ‘mambalgines’, no son tóxicos en los ratones, pero demuestran un poderoso efecto analgésico”, a la vez al nivel local y en el sistema nervioso central, que puede ser tan fuerte como el de la morfina
, explicaron en un estudio publicado el miércoles en la revista británica Nature.
Según la investigación, esos mambalgines tienen mucho menos efectos poco deseados que los opiáceos: no se constató ningún signo de depresión respiratoria en los ratones, con nivel de hábito muy inferior al de la morfina.
Es esencial comprender mejor los mecanismos del dolor para desarrollar nuevos analgésicos. Los péptidos descubiertos en el mamba negro tienen el potencial para cumplir esos dos objetivos
, estimaron Diochot y Baron.