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Ese episodio es la historia del gran fraude ideológico estadunidense, señala el escritor

Lanza Taibo II programa sobre el mito fundacional de EU: El Álamo

Para México fue una batalla intrascendente, una nota al pie de página, y para el país vecino, piedra angular de su proyecto imperial, sotuvo

Se estrena el 1º de octubre en History Channel

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El programa televisivo El Álamo, una historia no apta para Hollywood, se basa en el libro del mismo título, cuyo autor es Taibo IIFoto María Melédrez Parada
 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de septiembre de 2012, p. 8

El escritor Paco Ignacio Taibo II luce de buen humor y con buena figura. De inmediato surgen dos posibles explicaciones: el próximo estreno de su programa televisivo El Álamo, una historia no apta para Hollywood, o que se puso a dieta.

Él despeja la incógnita: Es que el PRI me vivifica, me siento a todísima madre. Entre más pinches y feos son, mejor me hacen sentir, con ganas de hacer muchas cosas. Nos van a soñar los próximos seis años. Soy inoxidable.

La charla que sostiene el escritor con La Jornada es a propósito del estreno de su programa televisivo El Álamo, una historia no apta para Hollywood, basado en su libro del mismo título, donde desentraña la batalla de El Álamo, la cual representó para México una victoria sin trascendencia en la guerra contra los colonos rebeldes que buscaban la independencia de Texas, aunque para Estados Unidos se trata de la piedra angular que daría un nuevo sentido a su concepto de nación y al imperio en el que se convertiría posteriormente, comenta el creador del investigador Héctor Belascorán Shayne.

Tanto en el libro como en el programa, que se estrenará en History Channel el próximo primero de octubre, a las 22 horas, para toda América Latina, Taibo II reconstruye minuciosamente los hechos y cuenta cómo se mintió, se engañó, se fabricaron héroes y se omitieron flaquezas para alimentar la leyenda.

Delirio de grandeza

Paco Ignacio Taibo II fuma y luce una playera con la imagen de un personaje de ultratumba –cuyo gesto es de desesperación–, acompañado del texto: Ahora ya sé donde estoy. En el infierno. En el infierno no hay tabaco. Sostiene que El Álamo es la historia del gran fraude ideológico estadunidense. Han hecho creer que ellos lucharon por la libertad, que fue una heroica muerte la de los defensores de El Álamo, unos maravillosos combatientes... pero todo esto se desmorona cuando comienzas a tocar y lo que encuentras son un montón de aventureros tratando de comerse Texas para crear un estado esclavista, y la esclavitud estaba prohibida por la Constitución mexicana.

Da una calada a su cigarro Popular, y dice: “Por otro lado, se encuentra el delirio de grandeza de Antonio López de Santa Anna, quien se avienta una marcha de 4 mil kilómetros con su ejército, en lugar de usar barcos desde Veracruz para ir a Texas, lo cual era mucho más fácil.

Fue una acción increíble, porque el ejército mexicano no llevaba ni botiquines médicos ni doctores; no llevó ingenieros para construir puentes y cruzar los ocho grandes ríos que había desde el Distrito Federal hasta San Antonio.

Taibo II, quien mueve el bigote al prepara su respuesta, comenta: “En esta historia de El Álamo, Hollywood ha sido pieza clave para construirla. Se han hecho 22 películas sobre este tema y han sido los grandes creadores del mito de El Álamo, basados en la información que se produce años después de la independencia de Texas, la cual es una información muy sesgada. Por encima de todas, The Alamo, de John Wayne, hecha durante la guerra de Vietnam con la pretensión de apoyar la propuesta imperial estadunidense”.

País sin historia

Da una bocanada más, y se extiende: “Esta necesidad de mitos fundacionales se da porque Estados Unidos es un país sin historia; tiene grandes problemas para conectar con ella, es una nación muy joven y hay una parte de su historia que no le gusta. Curiosamente ha habido un intento por contarla, porque Hollywood es una máquina polivalente; los que ven a esos estudios sólo como máquina reaccionaria se equivocan. A lo largo de los años ha sido las dos cosas: una máquina muy conservadora, constructora del mito de la libertad estadunidense, y una máquina maravillosamente crítica. Ahí está lo mejor del pensamiento progresista de Estados Unidos; entonces esta historia no creo que se pueda llevar a Hollywood. Por ejemplo, la versión más reciente que produjo Disney, dirigida por John Lee Hancock en 2004, la cual es muy conservadora, provocó que los grupos patrióticos nacionalistas del poder blanco llamaran a boicotearla y a cerrar los cines donde se exhibía. Imagínate lo que pasaría si Hollywood hiciera una versión de El Álamo basada en mi libro...

“Hace algunos años, Disney me propuso –incluso me mandó el contrato– escribir una biografía de Pablo Escobar Gaviria, ¡una historia del narcotraficante más famoso de Colombia, para Disney! ¡No, gracias!”

Apaga el cigarro, y dice: Por eso mi historia de El Álamo no es apta para Hollywood, pero con History he trabajado muy bien, éste es el séptimo trabajo que hacemos juntos; con ellos siempre he tenido las condiciones ideales y cero censura.

Las estadísticas hablan

Taibo II enciende un segundo cigarrillo, y explica: “El Álamo tiene una característica especial desde el punto de vista mexicano. En Amazon existen 80 mil libros sobre el tema, además de películas y documentales, mientras en el buscador de la librería Gandhi existe sólo un título. Me di cuenta de que para los gringos es piedra angular del proyecto imperial, de su proyecto de nación, la idea constituyente de la nación, mientras para los mexicanos es una nota de pie de página que vale la pena olvidar. Si esa demostración de 80 mil contra uno no convence a alguien, nada lo podrá hacer.

Cuando me di cuenta de esta estadística sentí la necesidad de escribir la historia desde todos sus lados: la perspectiva de los tejanos rebeldes, la del ejército de Santa Anna y la de los chicanos de la región, y a partir de estas múltiples perspectivas contar lo que pasó y cómo se contó.

Para el escritor, una de las cosas más apasionantes que encontró al investigar esta historia fue “cómo se contó la historia de El Álamo; de forma conciente e inconsciente no hubo complot, no se reunieron cuatro canallas para inventarse El Álamo, sino que hubo una inercia para contar este mito de libertad, porque Estados Unidos necesitaba de un mito fundacional, ni modo que éste fuera el de ‘construimos una república donde el primer acuerdo fue mantener la esclavitud’. Entonces tomaron el mito de El Álamo para decir que los que lucharon lo hicieron por la libertad y murieron heroicamente.

Una de las paradojas de esta historia fue que cuando vencieron al ejército de Santa Anna fue en San Jacinto; curiosamente el mito se formó en El Álamo, donde fueron derrotados: entonces se formó en el lugar de la derrota y no en el lugar de la victoria.

Taibo II da pequeños sorbos a su café y se reclina en su asiento: El televidente que vea el programa de El Álamo se va a divertir mucho. Está repleto de sentido común y narro la historia de manera amena y apasionante; lo acabo de ver y quedó redondito. Si después de ver el programa o leer el libro a alguien le dicen que la película de John Wayne es buena, se tira al suelo de risa, así de simple; si logro inyectar este pensamiento crítico en alguien, me doy por satisfecho.

El Álamo, una historia no apta para Hollywood se estrena el primero de octubre a las 22 horas por History Channel. Sky 253 y Cablevisión 408.