Viernes 28 de septiembre de 2012, p. 2
Singapur, 27 de septiembre. Dos intensos movimientos telúricos registrados en abril frente a la isla indonesia de Sumatra evidenciaron algo que los científicos llevan largo tiempo tratando de demostrar: los temblores pueden desencadenar un enjambre sísmico en el mundo.
Los hallazgos recientes podrían ayudar en los esfuerzos para predecir terremotos.
Durante los seis días posteriores a los sismos del 11 de abril, el número de temblores de magnitud superior a 5.5 aumentó casi cinco veces a escala mundial, según un estudio de Fred Pollitz y sus colegas del Servicio Geológico de Estados Unidos, el cual se publicará esta semana en la revista Nature.
Esta es la primera vez que vemos réplicas remotas de esta magnitud y en esta medida
, dijo Kerry Sieh, director del Observatorio Terrestre de Singapur, autor de estudios sobre los peligros de los terremotos en la región de Sumatra.
Atención a movimientos serpenteantes
El primer sismo del 11 de abril fue de magnitud 8.7, casi tan grande como el que desencadenó un tsunami y un gran desastre nuclear en el este de Japón, poco más de un año antes.
El segundo terremoto fue también enorme, de 8.2. Ambos se produjeron en el océano Índico, varios cientos de kilómetros al oeste de Sumatra, en una zona donde la placa tectónica indoaustraliana se separa poco a poco.
El estudio de Pollitz muestra que se pueden producir importantes y potencialmente destructivos terremotos a miles de kilómetros de distancia a partir de un sismo promedio de 8 grados
, dijo Sieh, quien no formó parte del estudio.
Pollitz y sus colegas examinaron una serie de datos sísmicos, con especial énfasis en ondas superficiales que se mueven con un movimiento serpenteante y que pueden viajar a lo largo del planeta.
Todas las réplicas globales se registraron a lo largo de las cuatro líneas principales de estas ondas, que comenzaron en el epicentro del sismo principal del 11 de abril.