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Andanzas

Dos maestros rusos y La Esmeralda

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Mikhail Kaniskin y Elisa Carrillo, de la Ópera de Berlín, ensayan para La EsmeraldaFoto María Luisa Severiano
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esde hace algunos días –quizá semanas– dos importantes personalidades del ballet ruso del teatro Bolshoi de Moscú y del Marinsky de San Petesburgo, respectivamente, Vasily Medvedev y Yuri Burkala, se encuentran en la ciudad de México trabajando intensamente con la Compañía Nacional de Danza (CND), para presentar en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes el famoso ballet La Esmeralda, cuya primera función ocurrió el pasado 20 de septiembre y están por hacerse otras, mañana en el mismo recinto, y el miércoles 26, por única ocasión, en el teatro Metropólitan.

Como ya lo hemos comentado, esta obra icónica se estrenó en 1844; posteriormente fue retomada por el célebre Jules Perrot, para establecerla como joya del repertorio balletístico de todos los tiempos, que ahora retoman estos dos maestros rusos con bailarines mexicanos. Los también coreógrafos han realizado una versión para la CND con toda la parafernalia de vestuario, luces, ambientación y demás, para lanzarla aquí.

El ballet, basado en la novela El jorobado de nuestra señora de París, de Víctor Hugo, es un reto en todas direcciones, por lo que no deja de ser interesante y prometedora esta fusión de artistas de Rusia y México, con el propósito de crear arte y recreación para el público de este país.

La mexicana Elisa Carrillo es, digámoslo, toda una estrella del ballet, quien surgió de aquí y se forjó en Europa; ella junto con Mikhail Kaniskin asumen sobre sus hombros la responsabilidad de éxito de tan importante ballet como figuras principales de la obra.

Vasily Medvedev y Yuri Burkala, en entrevista, manifestaron estar muy contentos en México, donde, dicen, han trabajado a gusto y de manera fructífera con los bailarines de la CND, que gozan de muy buena disposición y talento, para el delicado montaje de La Esmeralda.

Con referencia al desarrollo de la extraordinaria técnica que ahora poseen los bailarines rusos y su gran prestigio mundial en la historia de la danza, comentan que el desarrollo del método es el fruto de un trabajo paulatino de piernas, brazos, torso y cabeza por cientos de artistas que poco a poco iban transformando y adaptando pasos, ejercicios, en realidad surgidos, casi todos, de la escuela francesa e italiana, en especial de Carlota Brianza, genial bailarina que estrenó varios famosos ballets de Tchaikovski-Petipa, y tratados por muchos maestros de gente como Pavlova, Nijinsky, Tchesinsskaya, Cechetti, etcétera. Pero, en realidad, la creadora del método, del sistema del ballet ruso, es Agripina Vagánova, como gran pedagoga y artista sensible, toda una historia épica y fascinante codificada por el genio de Vagánova.

Las cosas se van transformando poco a poco, comentan ellos: “Es difícil mantener intocable todo, las cosas cambian, hay una transformación paulatina, a veces imperceptible, pero ahí está.

Es un trabajo arduo de generaciones de bailarines, maestros y coreógrafos que en Rusia luchamos siempre por salvaguardar. Ya es nuestra esa técnica, que llevaron hace muchos años artistas y maestros extranjeros, ahora nosotros llevamos nuestra técnica a otros países y tenemos nuestro estilo propio.

Asimismo, el trabajo de Medvedev y Burkala, como coreógrafos de La Esmeralda, es producto de una excelente química –la cual se percibe inmediatamente– y mucho trabajo y sensibilidad para captar en el pasado y el presente las líneas fundamentales de una obra y no destruirla, sino conservarla en su estilo y proyección contemporánea. Los movimientos se van transformando desde tiempos remotos y corresponde a los coreógrafos captar la mayor sutileza de cada movimiento de acuerdo con la época, estilo y capacidades interpretativas de los bailarines.

El conjunto de este ballet es más o menos de 80 personas. La música, de Cesare Pugni, cuenta con arreglos de Alexander Troityski, y se interpreta en vivo por la Orquesta del Palacio de Bellas Artes, bajo la batuta de por Mikhail Granovski.

El maestro Yuri Burkala y Vasily Medvedev se encargaron de crear esta reposición para el tratro Bolshoi de Moscú, con vestuarios de la época, exclusivos de Vsevolzhsky y diseños de Elena Zaitseva, mientras la espléndida escenografía de la obra, que recrea un París del siglo XV, es de Aliona Pikalova.

Así, usted se dará cuenta de que vamos a ver un gran espectáculo con una estrella mexicana al frente, asunto en verdad importante y prometedor, que ofrece diversas posibilidades para el ballet mexicano. Consulte cartelera y no se lo pierda.