Susan Sarandon, activista y ganadora de un Oscar, y Richard Gere abrieron San Sebastián
Para demócratas y republicanos, el concepto de familia es distinto
Como madres, tendríamos que criar hijos mejores
, señaló la actriz
Inauguraron el festival con El fraude, de Nicholas Jarecki
Nos duele ver en los políticos una gran codicia
, lamentó el actor, cuyo personaje pasa por las entrañas de Wall Street desde el lado oscuro del ser humano
Sábado 22 de septiembre de 2012, p. 7
San Sebastián, 21 de septiembre. Había mucha expectación, y no defraudaron: Richard Gere y Susan Sarandon inauguraron hoy, por todo lo alto, la edición 60 del Festival de San Sebastián con El fraude, seductor thriller que se adentra en las entrañas de Wall Street, ahondando en el lado oscuro del ser humano.
Conocida por su activismo social –apoyó la candidatura de Barack Obama y el movimiento Occupy Wall Street–, Sarandon aprovechó que la película ahonda en algunos conceptos que distinguen a demócratas y republicanos.
Todos quieren cuidar a sus familias, que sean hogares seguros y felices, pero la definición de familia es distinta
, señaló. Para los demócratas, es más amplia
, dijo en referencia al concepto de partido que cuida de los más necesitados.
Gere fue más conciliador. Dijo que ha hablado con muchos republicanos muy poderosos, buenos y no tanto, sobre lo que llevó a Wall Street a la crisis de 2008, pero que no cree que los ciudadanos estén en contra de las personas con éxito. Nos duele ver en ellos una gran codicia
, afirmó.
Necesario cambio de filosofía
Con todo, cree que también hay ejemplos de cambio, personas con poder y multimillonarias como Bill Gates –el segundo hombre más rico del mundo según Forbes– que dedican gran parte de su fortuna a causas solidarias. Pero Sarandon no opina lo mismo: “También hay gente mala, ‘Dick Cheneys’ que no tienen ninguna empatía”. Eso sí, según la ganadora de un Oscar por Dead Man Walking, no es sólo una cuestión política: En Estados Unidos es también una cuestión interna, porque no nos estamos enfrentando al problema de base
, señaló la actriz. Necesitamos un cambio de filosofía.
Como ya ocurrió hace cinco años, cuando el protagonista de Mujer bonita y Gigoló americano recibió el Premio Donostia, los fans abarrotaban la entrada al Kursaal. Pero además del entusiasmo de sus seguidores, Gere recibió también el aplauso unánime de la crítica por su interpretación, llena de matices, del magnate neoyorquino Robert Miller.
El fraude, opera prima del escritor Nicholas Jarecki, gira en torno a ese hombre de negocios y encarnación perfecta del éxito en todos los ámbitos de su vida que es Miller. Sin embargo, tras los relucientes muros de su mansión se esconde una bomba contrarreloj: su fortuna no es más que humo, y Miller debe vender su imperio antes de que la justicia –y su familia– lo descubran.
Era importante hallar el lado encantador del personaje, el Bill Clinton que es
, dijo, sonriente, Gere. El actor se mueve como pez en el agua dentro del traje de tiburón financiero, pero también en el de esposo cómplice (de Susan Sarandon) y apasionado amante (de la modelo y actriz francesa Laetitia Casta).
Es una historia que no habría funcionado con un perdedor.
Jarecki, que se confiesa admirador de Woody Allen por su capacidad de dotar de humor incluso los momentos más peliagudos, buscaba en su debut no sólo ilustrar la crisis moral que llevó al derrumbamiento de Wall Street en 2008, sino rascar más hondo hasta el círculo íntimo y familiar donde queda atrapado el protagonista.
Me gustó que la familia fuera parte de la ecuación en torno al personaje principal
, declaró Sarandon, quien brilla en el papel de esposa entregada, pero sin un pelo de ingenua. Quizás esa es una de las bazas distintivas de este thriller frente a otras películas de temática similar, como Margin Call.
Divertidos y habladores, Gere y Sarandon hicieron las delicias de la abarrotada rueda de prensa, al teatralizar discusiones típicas de una pareja que, con base en años compartidos, se las sabe todas del cónyuge. Sin duda, es uno de los mejores matrimonios que he tenido
, bromeó la actriz, quien en la vida real estuvo casada con Chris Sarandon y mantuvo una larga relación con Tim Robbins.
El fraude, que abre la carrera por la Concha de Oro, subraya la hipocresía de una sociedad donde los fuertes siempre llevan las de ganar y la arrogancia de una élite que ha provocado la crisis actual.
¿Codicia? El dinero no es suficiente, lo que importa es el juego del poder, mantenerse en el límite
, sostiene Gere. Sarandon apostilla: Como madres, tendríamos que criar hijos mejores.