Presentaron Sada Roots, álbum antológico de la artista, a un año de su fallecimiento
Sábado 22 de septiembre de 2012, p. 3
Con su trabajo en el arte sonoro y la música electrónica, la compositora y fagotista Ruth Elizabeth Aguirre Velasco (1983-2011), no sólo dio cuenta de su enorme amor por el mundo de los sonidos y el silencio, sino que logró inventar y descubrir, capacidades deseables en todos aquellos que practican el arte musical.
Así lo destacó el compositor e investigador Rodrigo Sigal, durante la presentación del álbum antológico Sada Roots, efectuada la noche del jueves en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, como homenaje a la también escritora y pintora, a un año de su deceso, y, al mismo tiempo, como celebración del 29 aniversario de su natalicio, cumplido el pasado día 19.
En la sesión, que tuvo como sede el auditorio de la Unidad de Vinculación Artística de dicho centro universitario, el periodista Pablo Espinosa, por su parte, subrayó que la música de Ruth, contenida en el material discográfico, posee la cualidad del ritual y el encanto de una ceremonia en desenfado.
Se trata de una obra que plantea preguntas, narra historias, escancia ideas en orden de hallazgos y prodigios
, sostuvo, además de cumplir a cabalidad el aserto que llevó, a principios del siglo XIX, al filósofo y físico polaco Jósef Maria Hoone-Wronski a definir que la música ocurre cuando toma cuerpo la inteligencia que habita el sonido
.
Ante familiares, amigos y alumnos de la desaparecida artista, así como público en general, durante la velada se proyectó un video con una semblanza que rindió testimonio de la versatilidad del quehacer artístico y docente de la homenajeada.
En él pudieron apreciarse imágenes y ejemplos de sus facetas de poeta y pintora, así como de intérprete y creadora musical; su desempeño en la enseñanza artística y el interés que mantuvo por hacer converger en todas esas áreas la ciencia y las nuevas tecnologías.
Variedad y riqueza musical
De igual manera, el diyéi Noé Lezama ofreció un par de sets musicales integrado por piezas de los dos discos compactos del álbum de Ruth Aguirre, el primero dedicado al arte sonoro y el otro a la música electrónica.
Aunque no pudo asistir, Rodrigo Sigal escribió para la ocasión un texto en el que resaltó la alta calidad de la compositora en su trabajo con el arte sonoro y la música electrónica, así como la enriquecedora experiencia que ella tuvo como becaria del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras, del que Sigal es director.
Ruth tuvo tremenda capacidad de entender el sonido como materia plástica de expresión
, indicó el investigador. Las piezas hablan de ser capaz de arriesgarse para descubrir y no sólo repetir. Hablan de proponer para inventar. No es lo mismo el artista sonoro que descubre, que el que inventa. La mezcla de los dos es lo ideal pero sin duda, es lo más complicado de lograr
.
En su turno, Pablo Espinosa –jefe de la sección de Cultura de La Jornada– hizo una disección de las 18 piezas que en conjunto integran el álbum Sada Roots, editado por radiozapote.org y saltoscuanticos.org, y compartió su impresión sobre las imágenes y emociones que aquéllas propician o evocan.
“La variedad y riqueza musical contenida en este documento sonoro –aseveró– muestra el oficio cabal, el tenaz artesanado, la maestría en el manejo de recursos técnicos y el material artístico, entre otras virtudes evidentes luego de escuchar con atención y en distintas ocasiones estas grabaciones”.
Ejemplo de ese análisis es lo que planteó el periodista sobre la obra 987: Contiene embrujo minimal. Las ideas creadas por John Adams y Terry Riley se convierten aquí en un discurso original que suena a crisálidas, a la manera de las últimas luciérnagas que se van difuminando al terminar la noche y su fulgor se confunde con el amanecer de los dedos color de rosa, como decía el ciego Homero.