Meta en América para el año 2025
Viernes 21 de septiembre de 2012, p. 46
Washington, 20 de septiembre. Las autoridades sanitarias del continente americano aprobaron hoy una estrategia para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles, que tiene por meta reducir en 25 por ciento la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas para 2025, informaron la Organización Panamericana de Salud (PS) y la Organización Mundial de Salud (OMS).
Se estima que de alcanzar esta meta, fijada por la Asamblea Mundial de la Salud este año, se salvará la vida de unos tres millones de personas en el continente, añadieron.
La resolución, adoptada durante la 28 Conferencia Sanitaria Panamericana, llega exactamente un año después de la reunión de alto nivel de Naciones Unidas sobre enfermedades no transmisibles, donde jefes de Estado de todo el mundo se comprometieron a combatir estas enfermedades, a las que calificaron de uno de los mayores desafíos para el desarrollo del siglo XXI
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Cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas, son parte del grupo de enfermedades no transmisibles que están relacionadas con un conjunto de factores de riesgo comunes: tabaquismo, alimentación no saludable, inactividad física y el consumo nocivo de alcohol, entre otras.
En América, indicaron la OPS y la OMS, tres de cada cuatro personas padecen una de estas enfermedades. Unos 4.45 millones de personas mueren al año por causa de alguna de ellas, lo cual representa casi 75 por ciento del total de defunciones en la región. De esta cifra, 1.5 millones de personas mueren antes de cumplir 70 años. Estas enfermedades son, además, la causa de la mayor parte de los costos evitables de la atención sanitaria.
Expusieron que los objetivos de la nueva estrategia se centran en que los países generen alianzas multisectoriales para la prevención y control de estas enfermedades; reduzcan la prevalencia de los factores de riesgo; mejoren la cobertura en los sistemas de salud y la atención de estas enfermedades, y también instauren mecanismos de vigilancia e investigación de estas enfermedades.
Al aprobar esta estrategia, los países de América se han comprometido, entre otros puntos, a dar prioridad a las enfermedades no transmisibles e incorporarlas en las políticas de protección social y los planes nacionales de salud y de desarrollo; establecer mecanismos multisectoriales para promover el diálogo y las asociaciones entre gobiernos y sectores no gubernamentales; evaluar la eficacia de las políticas contra estas enfermedades, y fortalecer las intervenciones para reducir la prevalencia de los factores de riesgo y mejorar la cobertura de la atención que se brinda a las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo.
La OPS y OMS elaborarán un plan de acción regional sobre las enfermedades no transmisibles que contemple las prioridades de los países y que esté alineado con el plan de acción mundial de la OMS. También dará cooperación técnica a los países en las políticas que impulsen, promoverá una respuesta de todos los sectores de la sociedad mediante el desarrollo de alianzas y comisiones nacionales, y apoyará en el fortalecimiento de los servicios de salud y su personal, entre otros.
La OPS y OMS lanzaron el año pasado el Foro Panamericano de Acción sobre las Enfermedades No Transmisibles, que busca reunir a todos los sectores de la sociedad, además de los gobiernos, en el combate contra estas enfermedades. Este año tuvo su primera reunión y ya está trabajando en áreas como la reducción de sal, estilos de vida saludables y activos, entre otros temas.