Inauguran la exposición El circo dormido en la Galería Freijo Fine Art
poético-plásticode JEP y Vicente Rojo, en Madrid
En la propuesta que surgió hace 18 años, los dos mantienen un diálogo abierto y noctámbulo
Maquetas y gouaches del pintor acompañan los versos del autor de Las batallas en el desierto
Jueves 20 de septiembre de 2012, p. 6
Madrid, 19 de septiembre. Acaba la función y el circo duerme. Los leones callan, los payasos borran la sonrisa y el silencio se convierte en sombra perenne. Con esta imagen como inspiración nació hace 18 años una propuesta que unió la sensibilidad y la poesía de dos artistas de trazo y palabra desgarrados: Vicente Rojo y José Emilio Pacheco (JEP).
Los dos, en una especie de diálogo abierto y noctámbulo, crearon Circos, proyecto poético-plástico
en el que conviven y se retroalimentan los poemas de Pacheco y las obras de Rojo.
La galería madrileña Freijo Fine Art lo acoge a partir de hoy y por primera vez en Europa.
Las maquetas y los gouaches geométricos de Vicente Rojo fueron creados a partir de esa imagen poderosa y melancólica del circo dormido, de la inocencia extraviada, de la niñez hurtada por los años. Pero también –y sobre todo– de las palabras de su entrañable amigo y compañero de generación, el poeta de Las batallas en el desierto, quien con sus sentencias circenses también se despoja de su melancolía y de su rabia más atribulada: Yo simpatizo con el pueblo doliente./ Mi ideal es anarquista y odio el poder
.
Circos ha sido un ejercicio inédito en los dos creadores, una manera de diálogo, vivo e intenso, en el que fluyen la palabra y el color al mismo tiempo que se apaga y termina la función.
Inspiración mutua
La idea nació de manera espontánea, cuando en 1994 José Emilio Pacheco escribió El silencio de la luna, que reúne una serie de poemas con el circo dormido como inspiración.
Esa inquietud también prendió en el alma creativa de Rojo, quien, además de amigo, es lector asiduo de Pacheco. Y a partir de ahí empezó a crear maquetas y gouaches íntimos y melancólicos, algunos severos y oscuros, otros luminosos y alegres, como la poesía del escritor y como el circo dormido.
Ese ejercicio de inspiración mutua se consolidó en el 2010, cuando Vicente Rojo creó la serie Circo dormido, donde muestra el diálogo entre la lírica y la plástica, la poesía y el color. Y, finalmente, con las maquetas y los poemas se publicó el libro Circos (Ediciones Era), con fotografías del hijo del pintor y escultor, Vicente Rojo Cama, en las que se reflejan los espacios y equilibrios arquitectónicos de las maquetas, con las sombras y la luz como habitáculos cobijados por la poesía de Pacheco.
La galerista española y responsable de la exposición en Madrid, Angustias Freijo, explicó a La Jornada que “las maquetas son un diálogo y una interpretación de los poemas de Pacheco sobre el circo. Es también la ilusión de Vicente Rojo de hacer una especie de miniescenogra-fías cuando el circo para. Por eso se llama El circo dormido, cuando los leones se callan, los payasos se van a dormir... Es como un mundo onírico en el cuarto de juguetes de un niño. Expresado desde la perspectiva plástica y arquitectónica de Rojo, en su forma de tratar las figuras geométricas y en la explosión del color, que lo mismo refleja alegría, soledad o muerte”.
En relación con la complejidad del traslado y la exposición de las maquetas, Freijo detalló que se ha pretendido cuidar mucho la iluminación para proyectar esas sombras que son tan vitales para las piezas.
Las sombras forman parte de esa quietud de algo que en el fondo parece muy vivo pero no deja de ser una escenografía. Y al mismo tiempo un diálogo con el poema de Pacheco
, explicó.
Además, todas son piezas únicas. “Y son alegres, al mismo tiempo que sorprendentes y melancólicas. También hay un punto interesante en la factura: Rojo trabaja sobre soportes tradicionales, como el lienzo o el papel, pero en estas maquetas hay un aspecto conceptual que no hay en las otras partes de su trabajo.
Para realizar las maquetas trabajó con materiales encontrados que después los trataba y los incorporaba. Es un punto conceptual que conserva al mismo tiempo su estilo plástico.
El circo dormido se inaugura este jueves, con una conferencia de la escritora Bárbara Jacobs. La exposición en la capital española concluirá el 20 de diciembre.