El equipo halló que las neuronas tienen vías distintas para los temores aprendidos y los innatos
Un estudio en ratones indicó que esas sensaciones son percibidas en la amígdala, que envía señales a regiones como el hipotálamo, el cual causa el aprendizaje del peligro
Martes 18 de septiembre de 2012, p. 2
Río de Janeiro, 17 de septiembre. Un grupo de investigadores brasileños descubrió que el camino utilizado por las neuronas en el cerebro para procesar sensaciones de miedo no es único, como se pensaba hasta ahora, y que existen vías diferentes para los miedos aprendidos y para los instintivos.
La ruta fue confirmada en experimentos con ratones y descrita por investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Sao Paulo (USP), informó hoy este organismo académico en su página de Internet.
Hasta ahora existía la idea entre científicos del mundo de que los miedos causados por diferentes amenazas son procesados por las mismas regiones del cerebro.
El estudio de la USP mostró que las señales neurológicas generadas por los miedos instintivos recorren un camino diferente al de las generadas por los miedos aprendidos –que era considerado único– antes de causar reacciones.
El camino de las señales generadas por miedos aprendidos puede ser identificado con experimentos en los que un animal es inducido a relacionar un sonido con un shock eléctrico. De esa forma, el animal sentirá miedo cada vez que escuche el sonido, incluso aunque no sufra dolor.
Experimentos
Los estudios indican que esas sensaciones son percibidas en la amígdala, que envía el estímulo respectivo a las regiones cerebrales que causan el aprendizaje del peligro y el comportamiento ante el miedo, entre ellas el hipotálamo.
No obstante, los investigadores del Laboratorio de Neuroanatomía Química de la USP concluyeron que el camino provocado por los miedos instintivos o innatos, como el miedo a un adversario más fuerte, se centra más en el hipotálamo que en otras regiones.
Los investigadores, liderados por Newton Canteras, hicieron diferentes experimentos para identificar las regiones del cerebro que se activan en situaciones de miedo innato.
Para ello colocaron ratones pequeños dentro de jaulas que ya eran dominadas por ratones más grandes y fuertes. Los débiles, al ser atacados, rápidamente fingen que están muertos, en reacción a un miedo innato.
La disección del cerebro de esos ratones permitió descubrir que esos miedos son procesados por una región del hipotálamo: la porción ventral del núcleo premamilar.
Cuando los ratones pequeños a los que se les lesiona esa región del cerebro son introducidos en jaulas dominadas por ratones más fuertes, no reaccionan con miedo a una agresión y apenas con curiosidad.
Los ratones con esa región del cerebro lesionada tampoco reaccionaron con miedo al ser colocados en jaulas al lado de gatos a los que nunca habían visto.
Los ratones normales, por lo general, intentaron huir al ser colocados al lado de su predador.
El hipotálamo funciona como sirena que amplifica la información de un peligro inminente. Eso moviliza los sistemas que comandan la reacción al miedo
, explicó Sandra Ortiz, una de las participantes en el proyecto.