Hugo Gutiérrez Vega
Una angustiada esperanza
Foto: Guillermo Molina |
Tienen razón los muchachos del #YoSoy132 que organizaron la marcha fúnebre para enterrar a la democracia. La pobre difunta tenía ya muchos años de estar enferma. Además recibió golpes y toda clase de malos tratos propinados por los dueños del país y sus alicuijes del PRI y del PAN. Por supuesto que colaboraron en la tortura y el homicidio los señores del Trife, enriquecidos defensores de sus propios intereses y solícitos turiferarios de los miembros del aparato de coherencia interna del neoliberalismo nacional que se mantiene en el poder a fuerza de toda clase de transas, cochupos, compra de votos, amenazas, coacciones, encuestas amañadas y manipulación informativa de la que está a cargo ese nido de falacias, pillerías y gesticulaciones que es el duopolio televisivo que, junto a algunos medios escritos y radiofónicos, forma el aparato de control que Morin llama “industria de la conciencia”.
Algunos incautos pensamos que las elecciones de 2000 marcaban el fin del astuto autoritarismo del PRI y el inicio de una nueva democracia. El torpe, ignorante y perverso señor Fox y su cogobernante consorte se encargaron de matar esa ilusión y no intentaron desmantelar las estructuras priístas sino que, por el contrario, se unieron a ellas, las imitaron y les compitieron en materia de corrupción y de simulación. Los gobernadores del PRI dominaron ese poder alternativo que es la Conago y las estructuras del viejo régimen siguieron vivitas, coleando y preparando el regreso a Los Pinos. La tontería y la mala fe de la pareja gobernante fueron determinantes en la enfermedad que empezó a debilitar a la falsa nueva democracia. La siniestra trampa panista de 2006, avalada por sus contlapaches del PRI, fue el golpe de muerte a la malherida democracia que, en algunos aspectos, siguió boqueando y sobreviviendo entre estertores, hasta que el funesto jueves 30 de agosto, como dicen los rancheros de Lagos de Moreno, “pasó a mejores”.
Siguen unos meses de gesticulación (debemos leer de nuevo el prólogo que escribió Usigli para su obra principal) y de saturación de propaganda a cargo de los tufirerarios del duopolio y de otros medios afines a las imposición. Insistirán en el rostro impecable de nuestro sistema electoral, en la sabiduría jurídica de los magistrados que calificaron el resultado ya anunciado por las encuestas amañadas y divulgadas por el duopolio y sus adláteres. Todo será, por lo tanto, un oprobioso festín de gesticulaciones.
En las manos de la sociedad civil rota y desasosegada, del inteligente y valeroso #YoSoy132, de Morena y su fundador e indiscutible líder, de las golpeadas organizaciones sindicales, del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, de los organismos no gubernamentales y del sigiloso y callado pero vivo zapatismo, está la posible respuesta a los gesticuladores. En esos grupos sociales, defensores de lo humano perdido, laten, con fuerza oculta, la angustiada esperanza y la voluntad de seguir luchando por la libertad y por la justicia social.
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