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De calumnias, lecturas en libertad y otras historias
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Ojalá en nuestra vida pública y en nuestro periodismo hubiera tanta transparencia como la que generan las actividades de la brigada Para Leer en Libertad, sostiene Paco Ignacio Taibo II. Imagen de archivoFoto María Meléndrez Parada
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l día 3 de septiembre se publicó en el diario 24 horas una nota titulada: Hacen propaganda para AMLO con recursos públicos y en la portada del diario había un llamado a la información en la página 4 titulado: Dineros públicos para Taibo II. El GDF financió proyectos de intelectuales de López Obrador. La nota estaba firmada por Georgina Morett. Extrañamente otra nota con información muy similar fue publicada en el diario Milenio el mismo día.

La curiosidad, siguiendo la máxima de Manolo Vázquez Montalbán (cuando leas algo pregunta quién lo escribe) me hizo buscar otros artículos de la Morett y encontré los siguientes títulos que parecen retratar su lugar en el oficio con precisión: AMLO, el izquierdista burgués, Peña Nieto acepta besos y apretones de sus seguidores, Apoyo a Peña, no al PRI (una entrevista con Rosario Robles), Cuento chino decir que soy candidato de Televisa: EPN o Emprende Peña Nieto una campaña diferente.

En la nota se decía: Con recursos públicos y contratos con organismos como la Asamblea Legislativa del DF y el Instituto de Transparencia local, la asociación Para Leer en Libertad hace propaganda política en favor del candidato de izquierda a la presidencia Andrés Manuel López Obrador.

Ese mismo día (y si usted cree en la casualidad es que no es mexicano) aparecía una nota en Milenio diario, titulada: Para Leer en Libertad operaba para AMLO con fondos del GDF. La fundadora fue funcionaria en la gestión de Andrés Manuel. El grueso de sus labores se concentra en el seguimiento de las actividades de Morena.

La autora es Miriam Castillo, de la que encontré en la red algunos artículos titulados: Es tiempo de dar un nuevo salto a la transparencia: EPN, “En acto del Peje otra vez roban a reporteros” y que se define en su Twiter como reportera de Milenio despistada, caótica y desorganizada.

En ambas notas el centro de la información es que en 2011 la brigada Para Leer en Libertad había recibido financiamientos de instituciones públicas del DF (la Asamblea Legislativa, la Secretaría de Desarrollo Social, la delegación Azcapotzalco, etcétera) y que con esos fondos había publicado folletos y libros en apoyo a la campaña de Andrés Manuel López Obrador.

Aclaremos: En el caso de la Secretaría de Desarrollo Social respondimos a una convocatoria como decenas de otras asociaciones civiles y organizaciones no gubernamentales, y dentro del marco de promoción de la lectura y celebración del bicentenario. Recibimos un apoyo de 150 mil pesos.

En contrapartida la brigada organizó 39 conferencias sobre la Independencia y la Revolución en barrios marginales de la ciudad de México, se organizaron 14 lecturas en comedores populares del DF de cuentos y poemas de autores nacionales y extranjeros y se entregaron 24 bibliotecas en barrios, ofreciendo posteriormente cursos de capacitación para los encargados. A pesar de que nos habíamos comprometido a dar 12 lecturas, conferencias y a entregar 4 bibliotecas, sobrecumplimos el programa ampliamente.

Con esa misma institución editamos una biografía sobre el cura Hidalgo, con un tiraje de 7 mil ejemplares por lo que recibimos un apoyo para la impresión de 40 mil pesos (menos de 6 pesos por ejemplar).

Todo esto fue posible gracias a millares de horas de trabajo voluntario de miembros de la brigada; a la inmensa colaboración de casi un centenar de escritores e historiadores y a las donaciones de libros que recibimos en los tianguis.

Es más, colaboramos de manera gratuita para la distribución de libros infantiles el Día de Reyes en una zona de campamentos de damnificados por una inundación.

Ni un solo libro sobre Morena o sobre la campaña de Andrés Manuel fue publicado con ese financiamiento. Pero, además de calumnia, la afirmación es risible. Después de haber hecho todo lo que mencionamos, ¿qué dinero podría sobrar para financiar la campaña?

En otra nota se menciona que nuestra coordinadora, Paloma Saiz, fue funcionaria en la administración de Andrés Manuel. Es público y sabido que fue directora de la Feria del Libro de la ciudad y coordinó los programas de promoción de la lectura en la Secretaría de Cultura del DF, como Para Leer de Boleto en el Metro, Sana, sana leyendo una plana, Letras de luz, Letras en rebeldía y otros, con un notable éxito y que en ese proyecto participaron algunos de los que hoy son miembros de la brigada. Tratar de unir las dos historias parecería sugerir que apoyamos a Morena en pago de viejas deudas laborales. Eso es una calumnia.

Se afirma también que recibimos de la Asamblea Legislativa 250 mil pesos por la edición de tres libros. Es cierto, propusimos a la Comisión de Cultura de la ALDF la edición de las biografías de Juan Escudero, Rubén Jaramillo y Librado Rivera, con un tiraje de 10 mil ejemplares cada uno. Estos libros fueron distribuidos gratuitamente, dentro de nuestro proyecto de promoción de la lectura, en tianguis de libros y en conferencias de los autores a lo largo de todo el Distrito Federal. Como se puede ver, nada tiene que ver con Morena ni la campaña de AMLO.

Respecto a que el financiamiento de la Feria Internacional del Libro de Azcapotzalco, que la brigada ayudó a organizar, se hizo con fondos federales, no debería ser motivo de sorpresa. La feria de Azcapotzalco, así como otro medio centenar de ferias del libro regionales reciben apoyos de la federación. Y nosotros no tuvimos ningún tipo de trato con esas autoridades. Asumimos por encargo de la delegación el trabajo organizativo y realizamos una feria digna, en la que participaron un centenar de escritores mexicanos y extranjeros, se dieron varios conciertos importantes, se regalaron libros y acudieron más de un centenar de librerías y editoriales. La feria, realizada en marzo y abril de 2011, no tuvo nada que ver con la campaña de López Obrador.

En resumen, jamás hemos utilizado fondos del gobierno del DF para la campaña de Andrés. Los apoyos que hemos recibido han sido absolutamente comprobados como operaciones de fomento a la lectura y siempre hicimos más de lo que nos habíamos comprometido. Son testigos de esto las decenas de millares de personas que asistieron a tianguis, conferencias, debates, lecturas; que recibieron bibliotecas de barrio, que se llevaron poemas de nuestros tendederos, que recibieron libros gratuitos, que participaron en canjes y en rifas. Son testigos cientos de escritores, historiadores, periodistas e investigadores sociales que colaboraron dando charlas gratuitamente. Son testigos los cientos de voluntarios que han apoyado este proyecto.

Tendría que añadir que del centenar de conferencias que di en estos meses no cobré ninguna, y que cedí gratuitamente los derechos de autor de todos mis libros que se publicaron.

Es absolutamente cierto que la brigada Para Leer en Libertad ha estado profundamente ligada a la campaña de Andrés Manuel en meses recientes (y lamentamos no haberlo estado aún más) y que editamos libros, folletos, promovimos conferencias y debates en el contexto de esta campaña, que colaboramos en la realización del folleto Fraude 2012. Todo esto sumó horas de trabajo voluntario, decenas de miles de ellas y apoyos para la impresión del material que vinieron de diputados locales (de su bolsillo personal), PRD del DF, candidatos del frente progresista y organizaciones de Morena.

Por tanto, la afirmación que encabeza la nota de que operábamos para AMLO con fondos del gobierno del DF es una calumnia vil y vulgar difamación. Y además de patético es risible: Después de haber realizado todas estas ediciones, montado todas estas bibliotecas populares, dar cursos de capacitación, organizar todas esas lecturas en voz alta y conferencias, ¿cuántos pesos sobraron de los 439 mil pesos (que no del millón 110 mil pesos que se nos atribuyen) que recibimos en 2011 para financiar a Andrés Manuel?

Ojalá en nuestra vida pública y en nuestro periodismo hubiera tanta transparencia como la que generan las actividades de la brigada Para Leer en Libertad.

La extraña coincidencia de que ambas notas aparezcan publicadas el mismo día en dos diarios de esta ciudad nos haría pensar en la mala fe de dos reporteras, de los que se las encargaron y de los responsables de titularlas. Pero en este país y en estos tiempos uno desconfía de las coincidencias.

Respondí a nombre de la brigada a ambos artículos. La carta que envíe a 24 horas fue publicada con una respuesta de la redacción que decía: sólo reportamos hechos basados en documentos oficiales que pueden ser consultados por cualquier persona y reconocía que ambas informaciones estaban desvinculadas. Lo cual distaba mucho de aquel titulo original: Hacen propaganda para AMLO con recursos públicos.

En Milenio resumieron la respuesta y la enviaron a las cartas del lector a pesar de que en la posdata de mi nota exigía que: en beneficio de la libertad de expresión y el derecho de réplica pedíamos que la respuesta se publicara en la misma página y el mismo espacio.

Estas son las reglas del juego: Se calumnia a cinco columnas, con titulares de 60 puntos y se publica la rectificación escondida en las cartas de la redacción.

Más allá de esta polémica personal y que involucra las actividades de la brigada Para Leer en Libertad se queda en la boca un amargo sabor cuando se piensa en el comportamiento de los medios en los pasados meses. No se trata de un choque de ideas entre opinadores profesionales conservadores y el movimiento de izquierda, en la televisión, la radio y la prensa escrita; lamento tener que pensar que nos hallamos ante un fenómeno de corrupción masiva que afecta a muchos medios.