Mientras actores del gobierno y del sector privado insisten en abrir el sector energético, el Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE), que aglutina a investigadores, analistas y académicos, alertó que el valor de las reservas petroleras probadas del país asciende a más de un billón (millón de millones) de dólares, con un precio conservador de 85 dólares por barril.

Por ello, consideró urgente exigir que el PRI, PAN, el Ejecutivo y el Legislativo, expliquen con todo detalle en qué consiste la reforma energética que pretenden realizar en el corto plazo.

Recordó que la renta que produce la extracción de petróleo permitió transferirle a las dos últimas administraciones gubernamentales, emanadas del PAN, disponer de más de 8 billones de pesos de impuestos de los 13 que obtuvo Petróleos Mexicanos (Pemex) de ingreso por ventas de hidrocarburos.

La última prospectiva publicada por la Secretaría de Energía (Sener), Pemex informó que en México existen reservas probadas de petróleo por 14 mil millones de barriles. El precio promedio de exportación de crudo nacional en los recientes cuatro años ha sido de 85 dólares por barril; y el costo medio de extracción (incluido financiamiento) promedia unos 10 dólares por barril. Esto significa que Pemex ha obtenido una renta de 75 dólares por cada barril que se extrae de crudo.

Con base en lo anterior, el CNEE, estimó que el valor de la renta por la extracción de todas las reservas existentes de crudo, alcanzaría un monto superior a un millón de millones de dólares.

Por lo anterior, en la reforma energética que pretende impulsar el gobierno federal, se debe eliminar cualquier riesgo de que se trasfiera a las empresas extranjeras, parte de la renta petrolera que corresponde a las reservas probadas. Hasta ahora el artículo 27 constitucional impide que legalmente se comprometa la renta petrolera de México.

Pemex anunció que a finales de este año publicará la licitación para que empresas privadas puedan participar en la explotación de crudo en el Proyecto Terciario del Golfo, conocido también como Chicontepec, donde se encuentra el mayor volumen de reservas posibles (3P) con más de 17 mil millones de barriles. Para 2017 se espera que inicie la explotación de crudo en aguas profundas del Golfo de México a través de las figuras de los contratos integrales de exploración y producción.

Sin embargo, José Luis Apodaca Villarreal, experto en temas energéticos e integrante del CNEE, afirmó: “Es difícil de creer que las empresas trasnacionales pudieran tener interés en participar en la explotación de yacimientos en aguas profundas o en Chicontepec, porque los costos de extracción en esas áreas han demostrado ser ocho o 10 veces mayores que la actual explotación de Pemex en aguas someras”.

Apodaca Villarreal recordó que en ese periodo se exportó más crudo a Estados Unidos que el que consumió el país, agotando prematuramente a Cantarell y desperdiciando la oportunidad de desarrollar la industria petroquímica nacional.

Se ha transferido una parte de la renta de Pemex, contratando deuda a 20 años por 2 billones de pesos y asignando proyectos de inversión a las empresas extranjeras para incrementar la extracción de crudo, mediante el muy caro esquema Pidiregas, que aplica una tasa anual de descuento superior a 10 por ciento en dólares.

Además se importaron petrolíferos con un costo por refinación de 34 mil millones de dólares, monto suficiente para haber cubierto la inversión en dos refinerías de alta tecnología, dejar de importar gasolinas, activar la economía interna, el empleo y la captación de impuestos.

Lo anterior, comentó, nos lleva a concluir que la dirección de Pemex le ha dado mayor prioridad a avanzar en la privatización de la industria petrolera, y además han propiciado un mayor paternalismo sindical que impide el aprovechamiento de 140 mil trabajadores. La reforma energética del 2008 permite mayormente el acceso de las trasnacionales en la explotación de los hidrocarburos e incrementan el grado de apropiación de la renta petrolera, advirtió.