La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) cuenta con testimonios aislados que involucran a Mario Cárdenas Guillén con el tráfico de mariguana y cocaína a Estados Unidos, y para evitar que se le inicie solamente un juicio por violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, el Ministerio Público Federal tratará de consolidar los elementos de prueba que posee para acreditar que el hermano de Osiel Cárdenas Guillén en realidad era jefe de una de las facciones del cártel del Golfo.

Funcionarios de la Siedo informaron que en las indagatorias en las cuales se han integrado supuestos hechos delictivos cometidos por miembros del cártel del Golfo, no existen pruebas contundentes que involucren a Mario Cárdenas, El Gordo o El M-1, en la comisión de delitos contra la salud, lavado de dinero y delincuencia organizada.

De acuerdo con la información obtenida, Mario Cárdenas se reservó su derecho a declarar, y la Procuraduría General de la República (PGR) consideró necesario su arraigo para obtener mayores pruebas de su participación en el tráfico de drogas. Para ello ya se solicitó al gobierno de Estados Unidos que colabore con la las autoridades mexicanas, y que también presente, si procede, la solicitud de extradición.

El martes pasado, cuando Mario Cárdenas Guillén fue presentado a los medios de comunicación, los representantes de la Secretaría de Marina Armada de México y de la PGR afirmaron que el presunto narcotraficante estaba relacionado en varias investigaciones en México y Estados Unidos, pero no se precisó el número de indagatoria ni los delitos que se le podrían imputar.

El jueves, la Siedo obtuvo autorización para mantenerlo bajo arraigo durante 30 días, a fin de tener tiempo suficiente para perfeccionar sus investigaciones.