Viernes 7 de septiembre de 2012, p. 30
El ex jefe de la Policía Nacional colombiana Óscar Naranjo, también asesor externo en materia de seguridad y combate al crimen organizado del presidente electo mexicano Enrique Peña Nieto, fue ficha clave durante los diálogos explotarios
con las FARC, señaló el diario bogotano El Espectador.
Se trata de uno de los hombres que más conocen del conflicto armado colombiano, especialmente en lo que se trata del espinoso tema del narcotráfico, que sin duda
será uno de los puntos más álgidos para llegar a un acuerdo de paz con la insurgencia, añadió el periódico al dar un perfil del equipo de negociadores por parte del gobierno del presidente Juan Manuel Santos con las FARC.
Para el presidente del Partido Liberal, Simón Gaviria, el equipo designado por Santos en el que se encuentran también el ex vicepresidente Humberto de La Calle y el general Jorge Enrique Mora, los negociadores son expertos en conflicto, en derechos humanos y en el tema de las víctimas, que es una preocupación del liberalismo.
La presidenta del opositor e izquierdista Polo Democrático, Clara López, llamó la atención para que en el mesa de negociaciones se incluyan a representantes de los trabajadores y sectores alternativos, que no están representandos ni por el gobierno ni por la guerrilla.
En todo caso, el general Naranjo, caracterizado por algunos medios como el mejor policía del mundo
y el único general colombiano que ha ascendido al rango de cuatro estrellas, enfrenta desde hace unas semanas una demanda judicial interpuesta por la Red de Veedurías Ciudadanas por su participación en el ascenso del general Mauricio Santoyo, ex jefe de seguridad de Álvaro Uribe, quien recientemente reconoció sus vínculos con grupos paramilitares.
El general Naranjo realizará sus tareas como parte del equipo negociador con las FARC, con las que se comenzarán negociaciones en octubre en Oslo, al mismo tiempo que mantenga su asesoría al mandatario electo mexicano, tarea en la que se comprometió a reducir la violencia en México en 100 días.
En los primeros 100 días (del nuevo gobierno mexicano) hay que fijar una meta de reducción de violencia, Puede salir mal. Puede salir bien. Hay que jugársela
en conseguir esa baja de criminalidad, dijo en julio pasado tras su nombramiento por Peña Nieto, según el diario. “Yo creo que es posible decirle a los mexicanos ‘mire que en 100 días queremos la mitad de la violencia que tenemos’”, insistió.
Al cierrre de esta edición el general Naranjo, que pasó a retiro de la Policía Nacional en junio pasado, no había dicho cómo compaginará las encomiendas de Santos y del futuro gobernante mexicano.