Mi existencia la debo a ese arte, agradeció el violonchelista, escritor y académico
Aporta su presencia generosa a la cultura nacional, manifestó la titular del INBA
Viernes 7 de septiembre de 2012, p. 6
En una ceremonia sencilla y emotiva, en la que en lugar de los tradicionales discursos grandilocuentes y acartonados hubo la alegría de la música y un ambiente festivo, el violonchelista Carlos Prieto recibió anteanoche la medalla de oro de Bellas Artes.
La insignia, máxima distinción que entrega el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) a los creadores que destacan por sus méritos artísticos, fue conferida al también escritor y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en reconocimiento a su trayectoria, durante la cual ha contribuido enormemente al conocimiento, la investigación y la difusión de la música en el mundo.
Esas fueron las razones aludidas por la titular del INBA, Teresa Vicencio, durante su intervención: “La medalla Bellas Artes –dijo refiriéndose al homenajeado– reconoce su presencia generosa en la cultura de nuestro país, su cuidado por abarcar los diversos terrenos y las formas en las que un intérprete de su altura puede crear y trabajar por la música”.
En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, colmada de familiares, amigos y público, Carlos Prieto, tras dirigir unas cuantas palabras de agradecimiento, obsequió una velada musical acompañado primero por el Cuarteto Prieto, del cual es integrante; luego por su amigo, el pianista Edison Quintana y, por último, su colega, el violonchelista Jesús Castro-Balbi.
El acto se empalmó en horario con el estreno de la película Hecho en México, programada en la Sala Principal del recinto, por lo cual el mismo fue convertido
en un búnker, con vallas metálicas y agentes de seguridad que sólo permitían el paso por la llamada alfombra roja a los invitados, entre ellos varias luminarias
del canal de las estrellas.
Auténtico renacentista
Al recibir esta medalla, no puedo sino pensar en mis padres, que nos inculcaron el virus musical a toda la familia; en mi esposa, María Isabel, que con extraordinaria comprensión me ayudó en la muy difícil metamorfosis que tuvo mi vida hace 35 años, cuando pase de ser ingeniero a músico de tiempo completo, y agradecer a toda mi familia
, destacó Carlos Prieto.
Durante su breve discurso, recordó también cómo hace 60 años tocó en ese mismo lugar al lado del pianista Salvador Ochoa, la Sonata mayor de Bach, y poco después, en la Sala Principal, participó en el estreno de una obra de Heitor Villa-Lobos.
Nada podía hacerme imaginar en aquellos años las facetas tan diversas que tendría mi vida y menos que un día recibiría un premio como éste
, agregó el intérprete, quien, a partir de una mención hecha por Teresa Vicencio momentos antes, aprovechó para explicar porqué su vida se debe literalmente a la música.
Contó que sus padres pudieron conocerse gracias a que su abuelo materno tenía un cuarteto de cuerdas y necesitaban un violinista: Fue así que apareció mi papá y se conoció con mi mamá; algunos años después se casaron y luego nací yo. Por eso digo que debo mi existencia a la música
.
El ofrecido por Prieto y los músicos mencionados fue un programa musical colmado de sutilezas y conmovedores pasajes. La primera obra fue el Cuarteto 53 La alondra, de Haydn, a cargo del Cuarteto Prieto, integrado por el chelista, su hijo, Carlos Miguel, en el segundo violín; su hermano Juan Luis, viola; y su sobrino Juan Luis Prieto, primer violín.
La segunda pieza fue Le grand tango, de Astor Piazzolla, en la que el maestro Prieto estuvo acompañado por el pianista Edison Quintana. Y para cerrar la velada, al lado del también violonchelista Jesús Castro-Balbi, dieron cuenta de la Suite para dos violonchelos, de Samuel Zyman.
Antes de la entrega de la presea, la titular del INBA reconoció que en el panorama artístico de México el maestro Carlos Prieto se ha distinguido como un músico de excepcional capacidad, un auténtico espíritu renacentista que busca la plena integración del conocimiento.
Destacó la pluralidad de facetas del homenajeado, pues lo mismo es violonchelista que escritor, académico que ingeniero metalúrgico y diplomático, manteniéndose siempre modesto, afable, cordial y magnánimo; ejemplo de sinceridad y profesionalismo
.
La funcionaria citó a Álvaro Mutis, quien ha dicho que Carlos Prieto es un artista de fama mundial y un hombre culto y sensible, con la inagotable curiosidad de los sabios.
Dotado, pues, con una curiosidad infinita, su mirada se extiende desde la más viva actualidad hasta las más profundas raíces del pasado y sabe crear y mantener los lazos que vinculan la tradición con la música más joven y contemporánea
, destacó Vicencio, quien reconoció el quehacer del intérprete como promotor musical, luego de que a Prieto se debe el estreno mundial de más de 90 obras, gran parte de ellas escritas por encargo suyo.