Temor de que se repita una crisis como la de 2007-2008
Miércoles 5 de septiembre de 2012, p. 37
Roma, 4 de septiembre. Los líderes mundiales deben realizar una acción rápida y coordinada para asegurar que la subida de los precios de los alimentos no derive en una catástrofe que pueda perjudicar a millones de personas, dijeron tres agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), junto con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), advirtieron que la situación actual en los mercados mundiales de alimentos, caracterizada por un fuerte aumento en los precios del maíz, el trigo y la soya (tres de los granos base de la alimentación mundial), eleva el temor de repetir la crisis.
Lanzaron el llamado en favor de una acción rápida y coordinada a escala internacional
para impedir que se repita la crisis alimentaria de 2007-2008, causada por una fuerte subida de los precios. Una actuación internacional rápida y coordinada puede evitar que eso suceda. Necesitamos actuar con urgencia para asegurarnos de que estos vaivenes de precios no degeneren en una catástrofe que afecte a decenas de millones de personas en los próximos meses
, advierten.
En un comunicado conjunto, José Graziano da Silva, director general de la FAO, Kanayo F. Nwanze, presidente del FIDA, y Ertharin Cousin, directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), piden que se afronten las causas profundas del alza de los precios de los alimentos
.
Los organismos de la ONU señalan que “los elevados precios de los alimentos son un síntoma, y no la enfermedad. Por ello la comunidad internacional debe adoptar medidas preventivas para impedir las excesivas alzas, interviniendo en las causas profundas que originan estas fuertes subidas de precios, afirman.
Las agencias de la ONU indican que existen dos problemas interconectados que deben ser abordados. Uno es el tema de los altos precios de algunos alimentos que afectaría a países que dependen de las importaciones alimentarias y a los pobres, y otro es el problema a largo plazo de cómo producir, comerciar y consumir alimentos en una época de demanda, crecimiento demográfico y cambio climático.
Las agencias subrayaron la vulnerabilidad existente ante el problema de los alimentos, ya que, incluso en un buen año, la producción mundial de cereales es apenas suficiente para satisfacer la creciente demanda de alimentos y combustible, esto en un mundo donde hay 80 millones de bocas que alimentar cada año
.
Señalaron que los pobres urbanos y rurales y los países que dependen de las importaciones de alimentos son más vulnerables a los aumentos de los precios internacionales de los productos básicos, cuando se transmiten a los mercados locales, ya que gastan sus ingresos en alimentos.
Indicaron que muchos países deben ampliar sus sistemas de protección social, incluidas redes de seguridad, como asistencia a los pequeños agricultores, apoyo nutricional a madres y niños y comidas escolares, para asegurar que sus ciudadanos con menos recursos tengan para comer.
Los pequeños productores de alimentos deben estar mejor equipados para elevar su productividad, ampliar su acceso a los mercados y reducir su exposición al riesgo
, anotaron.