En la recta final de su gobierno, el presidente Felipe Calderón lamentó que las elecciones sigan marcadas por la inconformidad y la división, pese a que uno de los mayores esfuerzos de la clase política ha sido precisamente el perfeccionamiento de los procesos electorales; abogó por mejorar la legislación que ponga fin a prácticas y conductas que todavía afectan la calidad de los comicios. Esto es clave para garantizar procesos que generen la mayor credibilidad y el mayor de los consensos posibles, dijo.

En su mensaje con motivo de su sexto y último Informe de gobierno, Calderón deseó éxito en su mandato al presidente electo, sin citar directamente por su nombre a Enrique Peña Nieto. Pidió a los mexicanos que por encima de cualquier diferencia lo apoyemos en lo esencial, porque sé muy bien que un presidente necesita la colaboración para sacar a México adelante.

Vaticinios

Incluso, presumió que el próximo gobierno contará con una plataforma sólida en seguridad, economía social y ambiental que proyectará a México hacia un futuro más promisorio.

Ante miembros de su gabinete, representantes de los poderes Legislativo y Judicial, gobernadores, diplomáticos, empresarios, académicos y miembros de la sociedad civil, así como su esposa e hijos, Calderón repasó durante más de hora y media cada uno de lo que a su juicio fueron los principales logros de su administración, en particular en los temas de seguridad y justicia, economía y generación de empleos, desarrollo social y democracia.

En el acto, realizado en el patio central de Palacio Nacional, reconoció que en la lucha contra la delincuencia organizada se han cometido errores y abusos de algunos elementos de las fuerzas federales, pero estos casos han sido la excepción y no la regla. Además, aseguró que en materia de telecomunicaciones las decisiones siempre se han tomado bajo criterios técnicos y no políticos, y anunció que está listo el programa para licitar hasta dos nuevas cadenas de televisión abierta.

Me queda claro que son muchos aún los pendientes. Pero si se mira con objetividad, son también muchos los avances de los que debemos sentirnos orgullosos los mexicanos, aseguró.

También fueron muchos, dijo, los avances políticos logrados en su gobierno, con el impulso de una reforma electoral que tuvo en la restricción de propaganda política a los tiempos oficiales su principal logro. Pero todavía quedan temas pendientes en el perfeccionamiento de las leyes electorales, entre los que citó la relección de legisladores y alcaldes, la segunda vuelta en la elección presidencial y la reducción del número de integrantes del Congreso.

Como en años pasados, el tema de la seguridad fue el primero en la agenda. Tras presentar su diagnóstico sobre la situación que encontró a su arribo a la Presidencia –cuando la capacidad del Estado para hacer frente a la delincuencia estaba erosionada–, Calderón aseguró que la intervención federal no ha sido el problema, sino parte de la solución. Agradeció el papel fundamental que han jugado las fuerzas armadas en estas tareas.

Sin embargo, reconoció que se han cometido errores y abusos por parte de algunos elementos federales. Lejos de ocultarlos, dijo, en todos los casos de los que se ha tenido conocimiento se ha actuado contra los responsables. Pero por esos casos aislados no puede juzgarse a las instituciones en las que todos los días decenas de miles de mujeres y hombres honestos defienden a México.

Acusó a los criminales de causar al país un daño incalculable. Quizá el más grande haya sido la desaparición de personas y los homicidios cometidos en la última década. Es fundamental resolver esos casos, recuperar la memoria de las víctimas y atender dignamente a sus familiares, expresó.

En una especie de consejo para su sucesor, Calderón dijo que México debe continuar en esta ruta. Ya hemos hecho el esfuerzo más grande: reconocer el problema, plantear una estrategia integral y avanzar hacia la solución. Ya iniciamos la transformación institucional. México ha de perseverar en ella si quiere ver mejores días.

En el tema de la competitividad económica, el Presidente se refirió no sólo al tema de la histórica inversión en todas las ramas de la infraestructura, ya sea carretera, portuaria, hidráulica o petrolera, sino también al de las telecomunicaciones. Dijo que el país fortalece este sector, en donde las acciones realizadas se han basado siempre en criterios técnicos, no políticos.

Agradecimientos

Aseguró que en un hecho sin precedente, en junio pasado se publicó el programa de concesionamiento de frecuencias de radiodifusión, lo que permitirá licitar hasta dos nuevas cadenas de televisión abierta a nivel nacional.

Al final, en una larga lista de agradecimientos –en la que incluyó a Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake, ambos fallecidos en accidentes aéreos cuando fungían como secretarios de Gobernación–, el titular del Ejecutivo se refirió también a su esposa Margarita y a sus hijos María, Luis Felipe y Juan Pablo. Con voz quebrada, agradeció a su familia su comprensión y paciencia durante estos años.

Más allá de mis errores y limitaciones, he puesto toda mi voluntad y todo mi entendimiento en la construcción del bien común de los mexicanos, dijo a 87 días del fin de su sexenio.