Se enojó por manifestación de burócratas contra la Casa Real
Viernes 31 de agosto de 2012, p. 34
Madrid, 30 de agosto. El rey Juan Carlos de Borbón, jefe del Estado español, golpeó y humilló públicamente a su chofer, además de mostrarse molesto e incómodo al llegar a un acto oficial y encontrar como recibimiento una concentración de funcionarios que le silbaron y gritaron consignas contra los atracos
de los gobernantes.
La Casa Real española vive una de sus peores crisis de credibilidad y de prestigio, sobre todo a raíz de la investigación por desfalco al erario público y corrupción de uno de sus miembros, el duque de Palma y esposo de una de las hijas de los monarcas, Iñaki Urdangarin, y por la polémica cacería de elefantes del rey Juan Carlos en Botsuana.
Un nuevo escándalo sacudió a la Casa Real. Y de nuevo tiene como protagonista al jefe de la familia y máxima autoridad del Estado español. El monarca acudió a un acto oficial en la Dirección General de Tráfico, en una localidad de Madrid, donde le esperaban miembros del gobierno del conservador Mariano Rajoy, que en menos de un año en el poder ha llevado a cabo los peores recortes en derechos sociales y al Estado de bienestar en la historia reciente de la nación ibérica.
Al llegar al centro, el vehículo de Juan Carlos hizo un par de maniobras extrañas, motivadas por la inesperada concentración de burócratas que los esperaban con silbatos y pancartas contra los recortes y el abuso de poder por parte de las autoridades. En los videos transmitidos por las televisoras españolas se ve claramente cuando el monarca se molesta con su chofer por estacionar el vehículo a las puertas del lugar y, por tanto, justo enfrente de los manifestantes.
Es entonces que empieza a manotear y a recriminarle verbalmente su decisión, hasta que en un momento de la reprimenda el rey le da un golpe en el brazo a su subalterno. Este link se puede ver en youtube.com/ watch?feature=player_embedded&v=jAPgnEZfm18.
El más grave de los escándalos que enfrenta la Casa Real ha sido la imputación por diversos delitos a Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, quien habría utilizado su posición y sus contactos para conseguir contratos públicos sin hacer nada a cambio, sobre todo con gobiernos autonómicos y municipales gobernados por el derechista Partido Popular, en el poder.
Otro más recientemente fue la cacería del monarca en Botsuana cuando el país estaba al borde del rescate financiero y vivió una de sus peores semanas en los mercados internacionales. Una polémica que se agravó cuando se supo que viajó con quien diversos medios señalan como su amante oficial, la princesa Corinna de Alemania, quien además aparece en las fotografías de la cacería.
Todos estos hechos han provocado un inédito aumento del número de españoles republicanos y antimonárquicos, que han crecido además ante los severos recortes del gobierno derechista, que reclama austeridad y sacrificio al conjunto de la población mientras se niega a reducir el gasto público en el presupuesto de la Casa Real.