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La PGR debe establecer si dispararon o los enviaron para ocultar a los responsables

Se desconoce si los policías detenidos participaron en el ataque en Tres Marías

También se ignora quién ordenó cesar el ataque y que se diera asistencia a los heridos

 
Periódico La Jornada
Jueves 30 de agosto de 2012, p. 14

Seis días después de que elementos de la Policía Federal (PF) vestidos de civil atacaron a dos integrantes de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) y un capitán de la Marina mexicana sobre la carretera México-Cuernavaca, la Procuraduría General de la República (PGR) no ha determinado si los 12 agentes bajo arraigo son los mismos que participaron en la agresión ni tampoco si las armas entregadas corresponden a las que fueron accionadas en el ataque.

De acuerdo con información obtenida en la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, los policías arraigados fueron presentados por sus jefes –vestidos con uniformes reglamentarios y con sus armas de cargo– directamente al Ministerio Público Federal, sin que existiera solicitud para ello.

Respecto de las líneas de investigación que sigue la PGR, la subprocuradora Victoria Pacheco Jiménez dijo que “entre los delitos que se investigan está abuso de autoridad y los que resulten, entre ellos el daño al vehículo propiedad de la embajada de Estados Unidos (…) Buscamos otros elementos que nuestra legislación exige para acreditar los tipos penales”.

Investigan supuesta emboscada

Una de las líneas de investigación se refiere a una emboscada contra los agentes de la CIA y, según indicaron las fuentes consultadas, serán determinantes los resultados que obtengan los especialistas de Servicios Periciales de la PGR, para establecer el número de policías entregados por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal que dispararon ese día, cuántos iban vestidos de civil o si nunca estuvieron entre los kilómetros 48 y 50.5 de la carretera México-Cuernavaca y fueron enviados para simular su participación y ocultar a los responsables.

Asimismo, los funcionarios consultados refirieron que los peritajes también tratarán de determinar el papel que desempeñaron en el ataque tres patrullas entregadas por la SSP a la PGR y un vehículo civil. Algunos testimonios señalan que las unidades policiacas no corresponden a las que llegaron al lugar del ataque cuando aún disparaban contra la camioneta blindada, en la que viajaban los dos agentes de la CIA. Washington confirmó que sí forman parte de esa agencia.

De acuerdo con los primeros reportes oficiales dados a conocer de manera conjunta por la Secretaría de Marina Armada de México y la SSP federal, los dos estadunidenses y el marino mexicano se dirigían a un campo de entrenamiento de tiro de la Semar, que se ubica a unos 20 kilómetros de la autopista México-Cuernavaca, en terrenos agrestes del municipio de Xalatlaco, estado de México.

Cuando los agentes de la CIA –que conducían la camioneta blindada– y el marino (que tenía funciones de traductor) se enfilaron por el camino de terracería que los llevaría al campo de prácticas, gente vestida de civil (policías federales) que viajaba en un automóvil sin insignias los amedrentaron, y por eso trataron de regresar a la carretera y huir. Sin embargo, otras unidades similares con hombres armados abordo (también policías federales) los persiguieron y tirotearon hasta que detuvieron la marcha del vehículo con placas diplomáticas.

Hasta ahora se desconoce la identidad del mando de la SSP federal que ordenó cesar el ataque contra las personas que viajaban en el vehpiculo diplompático y prestarles ayuda médica.