No seremos cómplices de su discurso hueco, advierte a políticos
Jueves 30 de agosto de 2012, p. 5
Ciudadanos convocados por el movimiento #YoSoy132 llevaron un recital
armonizado con cacerolas a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en demanda de que se invalide la elección presidencial.
Unas 250 personas respondieron al llamado del colectivo estudiantil y con ollas, sartenes, tambores, bongos, batacas, platillos, garrafones, botellas, piedras o alguna improvisación dieron un recital de tamborazos durante más de tres horas en la sede del órgano electoral.
En ese contexto, se dio a conocer una carta dirigida a la sociedad redactada por el colectivo estudiantil, en la que se hacen varias interrogantes ante la cercanía del fallo del TEPJF.
“¿Qué democracia es ésta, donde siete magistrados con sueldos millonarios deciden el rumbo de la cuestionada elección presidencial y con ello el destino de nuestra patria? ¿Qué clase de democracia es ésta donde hay gente que renuncia al voto libre con tal de comer un día? ¿Qué clase de telenovela es ésta que quieren presentarnos como una democracia? ¿A quién le sirve esta democracia, donde se puede ganar una elección sin respetar las reglas de campaña?
¿Qué clase de democracia es ésta donde la clase política tiene miles de millones a su disposición, mientras en educación y ciencia se regatea el presupuesto, donde los políticos se arrodillan ante el poder del dinero, donde los partidos políticos son, con cinismo, negocios familiares? ¿Es esto una democracia si hay millones de jóvenes sin escuela ni trabajo?
El pronunciamiento agrega: “¿Qué democracia es ésta donde existe el fenómeno demencial de las llamadas narcofosas, donde los defensores de derechos humanos son tratados como delincuentes y los criminales como defensores de derechos humanos? ¿Qué democracia es ésta, donde no hay frontera entre la clase política y el narcotráfico, donde los ciudadanos no pueden impugnar una elección y sólo los partidos pueden hacerlo? ¿Es democrático un sistema donde, tan sólo en el área metropolitana, 190 mil jóvenes son excluidos de la educación superior? ¿Puede llamarse democrático un modelo que pretende hacernos creer que la política sólo es votar cada seis años, aunque ni eso respetan? ¿Qué democracia es ésta, donde miles de estudiantes salen de sus aulas para que respondan a estas preguntas y a la clase política no le importa?”
El movimiento considera que la clase política se equivocó de generación. No seremos cómplices de su discurso hueco, de su cinismo. Se quedarán solos con su fallo judicial, mientras nuestras preguntas los persiguen. Vamos a cercar sus mentiras con preguntas, cuestionamientos éticos y legales. Se quedarán solos con su fallo si pretenden presentarnos y avalar esta vergüenza como democracia. Vamos a decirle al mundo que su democracia es ilegal e ilegítima, porque evidentemente es un fraude una democracia que tiene sentido sólo para quienes se han llenado de riqueza, mientras nuestro país vive en violencia, desempleo, miseria y dolor
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