Berlín. Michael Schumacher no cree que sus 43 años sean un obstáculo para pelear por un nuevo título de campeón del mundo de la Fórmula Uno. Seguro que no tiene nada que ver con la edad, dijo el alemán, heptacampeón del mundo. Sin embargo, dejó en el aire si continuará la próxima temporada. Este año ya no luchamos por el título. Veremos qué nos depara el futuro, afirmó antes de disputar este domingo en Bélgica su Gran Premio número 300, y para celebrarlo busca el triunfo en el circuito de Spa-Francorchamps, el cual define como el salón de mi casa; es para mí el número uno del mundo.