En las primeras cuatro horas acudieron unas 2 mil 171 personas
Lunes 27 de agosto de 2012, p. a10
El Museo Tamayo Arte Contemporáneo fue la cita obligada ayer, día en que el recinto, recién ampliado y remodelado, abrió por fin sus puertas al público. Después de una semana de difundir la noticia, la respuesta no se hizo esperar. Los amantes del arte y la cultura acudieron en cantidades respetables. En las primeras cuatro horas, es decir, de 10 a 14 horas, entraron 2 mil 171 personas deseosas de ver las exposiciones inaugurales y consignar cuánto espacio se había ganado con la ampliación a cargo de Teodoro González de León, responsable del diseño original, junto con el también arquitecto Abraham Zabludovsky (1924-2003).
La estrella del programa diseñado para la reapertura del Tamayo es su gestor, don Rufino, como da fe Tamayo/trayectos, exposición de 47 pinturas, muchas de ellas inéditas o poco vistas por el público mexicano, que abarcan de 1926 hasta 1990 y se agrupan por géneros pictóricos como paisaje, naturaleza muerta, retrato, desnudo femenino y escenas de género.
Aparte del Instituto Nacional de Bellas Artes, la obra viene de colecciones particulares, así como de museos estadunidenses como el de Arte del Condado de Los Ángeles y el de la Universidad de California en Berkeley.
Tamayo/trayectos está alojada en la Sala 1, que ostenta el nombre de Carlos Hank Rohn, como donante de este particular espacio. Sólo que su nombre ya no aparece abajo de la indicación Sala 1
(La Jornada, 22/8/12), sino que fue recolocado en la pared opuesta y sólo se puede ver desde el interior de la sala. Además, agregaron las palabras patrocinio de
. Pasó lo mismo con el nombre de Angélica Fuentes Téllez en la Sala 4.
El recorrido sigue por la sala 2, que alberga la muestra Boing boing squirt, del inglés Ryan Gander, que en su pieza principal incluye la escultura El corredor, de George Segal, parte de la colección permanente del Tamayo. Ayer, dos modelos emularon a la figura desnuda de la pieza. El patio de las esculturas da lugar a El día del ojo, proyecto del francés Pierre Huyghe, basado en una visita que realizó al museo en 1987, así como un viaje al norte de Chihuahua, a las cuevas de Naica.
Al entrar a las salas 3 y 4, que contienen El mañana ya estuvo aquí, colectiva de artistas que trabajan con la historia como medio y tema, se aprecia mejor la labor de ampliación del Tamayo. Ahora el museo cuenta con espacios especiales para proyectar películas largas y videos.
Nueva matemática, del neozelandés Michael Stevenson, montada en la sala 5, empieza con un video realizado en 2008 para la Bienal de Panamá, en el que recurre a una historia de un encuentro probable
entre el general Omar Torrijos y el sha de Irán, entonces exiliado en la isla de Contadora.
La última muestra, Primer acto, en la sala 6, toma como punto de partida tanto la reapertura como la inauguración del museo en 1981.
En el contexto de los festejos por el 113 natalicio de Tamayo (1899-1991), celebrado el 25 de agosto, se organizó en la explanada una calenda oaxaqueña con banda, un par de mojigangas y danzantes.