El alza en el precio de los granos que comenzó a registrarse desde junio todavía no impacta al sector pecuario debido a que hasta la fecha han tenido suficiente abastecimiento por los contratos adelantados con productores nacionales, pero una vez que éstos concluyan los ganaderos se enfrentarán a los nuevos precios y tendrán que hacer ajustes graduales al precio de la carne, advirtió Álvaro Ley, presidente de la Asociación Nacional de Engordadores de Ganado (ENEG), que tiene afiliados en 20 estados, incluidos los de la Comarca Lagunera.

El dirigente mencionó que el sector pecuario requiere aproximadamente dos millones de toneladas de grano al año y siempre opta por el más barato, así que no descartó que en caso de ser necesario y si les conviene el precio, los ganaderos compren maíz blanco (destinado para la tortilla).

No obstante, descartó una nueva crisis de la tortilla como la generada en 2007 cuando por escasear el maíz amarillo recurrieron al blanco pues aseguró que hay grano suficiente ya que el cultivo de este grano básico se ha extendido a otros estados para reducir la dependencia de la producción en Sinaloa, además que este año se hicieron grandes importaciones de Sudáfrica y Estados Unidos, y en Tamaulipas se dio una cosecha extraordinaria de sorgo a la que también pueden recurrir los ganaderos.

De continuar el alza de los granos ¿cuándo prevé que aumente el precio de la carne?

Yo creo que va a ser gradual. No quisiera dar un dato alarmistas. Nosotros somos los primeros y mayores preocupados en el asunto del incremento de precios, porque en la medida que aumenten disminuye el consumo y justamente la carne de res es la proteína animal de mayor costo. Tendremos que ser muy cuidadosos y estiraremos la cobija hasta donde alcance porque si los negocios no tienen el margen (de ganancia) que se requiere vamos a empezar a tener pérdidas. Algunos podremos soportar un periodo corto, pero los más chicos no, dijo en entrevista con La Jornada.

Álvaro Ley, quien es candidato a presidir el Consejo Nacional Agropecuario que forma parte del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), aseguró que en lo que va de 2012, ha subido unos cuantos pesos el kilo de carne de res en canal, referida a la parte del cuerpo del animal que ya está desangrada, desprovista de piel, cabeza, vísceras y patas, abierto a lo largo de una línea media, según la definición oficial.

El promedio es de 46 pesos por kilo en los rastros; es decir, al mayoreo, aunque llega a un máximo de 49 pesos y un mínimo de 45, cuando al iniciar 2012 se vendía entre 40 y 42 pesos por kilo, precisó el dirigente.

Según los cálculos del dirigente el aumento sólo ha sido de entre 3 y 5 por ciento en el año, pero los precios que proporcionó indican un encarecimiento de entre 12 y 16 por ciento.

De cualquier manera, la medición de inflación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indica que de diciembre del año pasado a la primera quincena de agosto, la carne de res que se vende a los consumidores sólo subió 4.67 por ciento y el pollo se vendió 5.89 por ciento más caro en igual periodo. Si la comparación se hace sólo desde junio, cuando comenzó el encarecimiento de los granos a nivel mundial, la carne subió apenas 0.91 por ciento, lo que representa casi la cuarta parte del alza de 3.59 por ciento que subió el pollo en los mismos meses.

Sin embargo en términos anuales, la carne aumentó porcentualmente más que el pollo, ya que su precio al menudeo se elevó 14.84 por ciento respecto a agosto de 2011 y el del pollo se incrementó 8 por ciento.