La democracia debe ser y representar una forma de gobierno para el desarrollo de la nación, y lo que menos podemos permitir es que se haga de ella una forma que divida y genere enconos entre la sociedad, expresó Enrique Peña Nieto, ganador de la elección presidencial según los cómputos oficiales.

Las predilecciones en una contienda electoral son perfectamente válidas, pero también debe existir la civilidad para saber reconocer la preferencia mayoritaria expresada en las urnas, agregó.

Llamó a la unidad nacional y pidió abonar desde cualquier trinchera por el desarrollo del país. Mi único objetivo es servirle a los mexicanos, afirmó la tarde de ayer al reunirse con los diputados y senadores electos del Partido Verde, quienes le dispensaron el apelativo de señor presidente y le garantizaron que harán suya la agenda legislativa del mexiquense.

Lo anterior, en palabras de Jorge Emilio González –de nuevo senador pevemista–, porque Peña Nieto será uno de los mejores presidentes de México.

En su intervención y cuando faltan unos días para la definición del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre la calificación de los comicios, el mexiquense se asumió ya como seguro presidente electo.

Expuso que más allá de las simpatías partidarias, legítimas y dignas de reconocerse, una vez pasada la competencia electoral debemos unirnos en el objetivo transformador y de desarrollo de México. Nadie puede rezagarse. Hago votos para que todas las expresiones estén a la altura de responder a los intereses que tiene la nación.

Afirmó sentirse presidente electo por el respaldo tanto del PRI como del PVEM, pero sobre todo por el apoyo mayoritario de la sociedad.

Eso plantea, indicó, responder a los retos y desafíos que tiene el país, actuar con entrega total a la causa nacional y entender que esta responsabilidad que asumiremos es sin duda un privilegio, una oportunidad que la vida nos da para servir al país.

Tras encomiar las contribuciones de las generaciones anteriores, añadió que nos toca reconocer los retos y servir desde todas las trincheras para lograr una transformación social y de políticas públicas que disminuyan de manera sensible los niveles de pobreza, permitan la igualdad social y ofrezcan a todos los mexicanos, a partir del crecimiento económico, empleos de calidad y bien remunerados.

Se refirió al tema de la seguridad pública y al diseño de una estrategia que ajuste la puesta en marcha durante este sexenio.

Ofreció conducir una administración regida por principios de ética, moral pública y de respeto absoluto a la transparencia.

Esta es la exigencia de los tiempos modernos: hacer una Presidencia que se ajuste a estos principios elementales, y por ello pido a las otras fuerzas políticas que sean parte del debate, que enriquezcan la visión de tres iniciativas de ley a las cuales dará impulso de inmediato: combate a la corrupción, transparencia y normatividad para la contratación oficial de publicidad en medios de comunicación.

Habló de la necesidad de llevar al país por una senda de desarrollo y transformación, no como la visión de Enrique Peña, sino del proyecto de nación que tenemos todos los mexicanos (...) Ya pasada la competencia electoral debemos unirnos en el objetivo transformador (...) Hago votos por que todas las expresiones estén a la altura de responder a los intereses que tiene todo México.

Esta vez los organizadores del encuentro ubicaron a la prensa en un salón distinto al utilizado por Peña Nieto y los pevemistas. Audio y video sólo pudieron obtenerse a través de pantallas y bocinas y fue imposible ver a ninguno de los políticos asistentes.