Santuario de la ballena gris, está en la Reserva El Vizcaíno, en Baja California Sur
Se agregaron 80 mil hectáreas de terrenos federales y ejidales, informa Conanp
Viernes 24 de agosto de 2012, p. 42
Para la preservación de la laguna de San Ignacio, uno de los santuarios de la ballena gris, en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, en Baja California Sur, se declaró zona protegida 95 por ciento de la superficie terrestre que la rodea, anunció Pronatura y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Se sumaron a la reserva alrededor de 80 mil hectáreas, entre terrenos federales y tierras de los ejidos Luis Echeverría y San Ignacio, se informó en conferencia de prensa.
Mediante la figura de Unidad de Manejo Ambiental, en esa superficie terrestre se evitará la construcción de cualquier desarrollo hotelero que afecte la laguna, uno de los sitios que cada invierno visita la ballena gris.
Otras especies visitan el lugar
Gustavo Danermann, de Pronatura Noreste, explicó que a la laguna de San Ignacio, donde cada año arriba ese cetáceo, que en algún momento estuvo en riesgo de extinción, también llegan alrededor de cien mil aves playeras y gansos. Recordó que en 2004 se emprendieron las acciones para la preservación de ese hábitat, para lo que se cedieron 52 mil hectáreas de tierras alrededor de la laguna, que pertenecen al ejido Luis Echeverría.
Precisó que en 2011 se instaló una unidad de manejo ambiental, que a diferencia de la mayoría de las que existen en el país no es un rancho cinegético, por lo que se ha logrado preservar el área terrestre que rodea la laguna, cuyas costas tienen una extensión de 400 kilómetros, de los que 320 son humedales y manglares.
Por su parte, el titular de la Conanp, Luis Fueyo, sostuvo que este organismo destina cada año 5 millones de pesos para programas ambientales de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno. Agregó que allí la pesca es una de las actividades más importantes. Recordó que unas de las especies sobrexplotadas eran el abulón y la langosta, situación que se está revirtiendo.
En 1993, Naciones Unidas declaró la laguna de San Ignacio patrimonio de la humanidad debido a su importancia para la comunidad mundial.