Especialistas e investigadores nacionales y extranjeros coincidieron en afirmar que el peso del voto latino en las elecciones presidenciales de Estados Unidos –con casi 10.7 millones de mexicanos con documentos legales en edad de sufragar– no sólo puede definir la nueva administración de ese país, sino que debe ser un argumento en la demanda por una auténtica reforma migratoria.

Convocados por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el Centro de Investigación y Desarrollo Económicos y la revista Foreign Affairs en Español, los estudiosos del tema migratorio y político evaluaron las perspectivas sobre la jornada electoral para renovar el mandato de Barack Obama o designar una nueva administración.

Especialistas como Matt Barreto, del Washington Institute; Arturo Vargas, de la National Association of Latino Elected and Appointed Officials, y Gary M. Segura, de la Universidad de Stanford, coincidieron en afirmar que aun cuando existen cerca de 50 millones de latinos en Estados Unidos, el proyecto de un movimiento político que los involucre no se va a lograr en unos días o décadas, sino que se trata de un trabajo a largo plazo.

Otros, como Monica Lozano, CEO de La Opinión; Mark Hugo López, del PEW Center, y Rafael Fernández de Castro, jefe del Departamento de Estudios Internacionales del ITAM, apuntaron que el voto latino en las próximas elecciones será determinante en los resultados, y subrayaron que el Congreso y el Senado no estarían dominados por demócratas si no fuera por el voto de este sector, que, sin embargo, tiene sólo 24 representantes de este origen en el Congreso de Estados Unidos.

Aclararon que ello no supone un cambio significativo en la política migratoria del gobierno de aquel país, aun cuando repita Obama y se mantenga su promesa de negociar una reforma que pueda resolver el problema de la comunidad latina radicada en Estados Unidos.

Recordaron que el actual mandatario estadunidense obtuvo 68 por ciento del voto latino en 2008, aunque la falta de avances en dicha reforma no le garantiza que la mayoría de ese sector lo vuelva a apoyar, particularmente tras la severa crisis financiera y el desánimo por la falta de la ofrecida reforma, o porque durante esta administración se haya deportado a más personas que en las pasadas tres décadas.

De acuerdo con el más reciente censo, de los casi 50 millones de latinos, los mexicanos representan cerca de 65 por ciento de la población latina y 10 por ciento de la población total de Estados Unidos, mencionaron los especialistas, quienes consideraron importante que el nuevo gobierno de México pueda instrumentar un mecanismo de diálogo y negociación eficiente, que encamine los deseos reformistas plasmados en los discursos, en una realidad para la comunidad mexicana en Estados Unidos.