Santiago, 23 de agosto. Estudiantes de secundaria que en las dos últimas semanas reactivaron el movimiento por una educación gratuita y de calidad en Chile, iniciado el año pasado, se manifestaron hoy en distintas zonas de la ciudad, cambiando la estrategia de la protesta para subrayar su demanda en favor de una desmunicipalización de la enseñanza y fortalecer el apoyo del gobierno nacional.

Las marchas de este jueves son el preludio de una movilización mayor, prevista para el 28 de este mes, a la cual están convocados los estudiantes de todos los niveles, además de maestros, padres de familia y organizaciones de la sociedad civil chilena.

Algunas de las marchas realizadas hoy convergieron en la Plaza de Armas del centro de esta capital y luego circularon de manera pacífica por varias de las principales avenidas.

En uno de los pocos incidentes violentos, cerca del palacio presidencial de La Moneda, un grupo de encapuchados se enfrentó con piedras y palos a agentes de la policía militarizada de carabineros, que trataron de dispersar la movilización con chorros de agua y bombas de gas lacrimógeno.

Durante la jornada hubo marchas en unos 20 municipios del país, la mayoría de ellos en la zona metropolitana de Santiago, habitada por alrededor de 5 millones de personas.

Por la noche, el gobierno capitalino informó de 113 personas detenidas, de las cuales 39 son adultos y 74 menores de edad. Medios de comunicación locales calcularon en al menos 4 mil 500 la cifra de manifestantes.

Un número indeterminado de adolescentes fue detenido por la policía de carabineros, que hasta el mediodía había sometido a una veintena de estudiantes.

Con la desmunicipalización de los servicios públicos se pretende que la planeación y ejecución de los programas educativa incluyan a la comunidad académica local y disponga del apoyo financiero y técnico del gobierno central.

Mediante esta reforma, que forma parte del pliego de demandas que los estudiantes han impulsado desde 2011, se pretende acabar con el sistema establecido durante la dictadura de Augusto Pinochet, 1973 a 1990, que favorece a los municipios con mayores recursos económicos y limita a los que tienen menores ingresos.

Aquí el problema fundamental en la educación sigue siendo la demanda histórica de la desmunicipalización, dijo a los medios Eloísa González, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, quien subrayó que el primer paso debe ser el control comunitario.

Las manifestaciones fueron condenadas por funcionarios del gobierno central y de la administración capitalina –todos de derecha–, pero los dirigentes estudiantiles dijeron a los periodistas que las marchas fueron una demostración de unidad y fuerza de los jóvenes de secundaria.

Demostramos este jueves que el movimiento no está muerto, dijo González. Dejamos bien en claro que hoy estamos muy fuertes y salimos a la calle unidos.

El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, que la semana pasada ordenó el desalojo de escuelas secundarias ubicadas en la jurisdicción de Santiago, insistió hoy en que “las tomas no llevan a nada, Nadie quiere dejar de luchar por una educación de excelencia para todos, pero este no es el camino”.

A pesar de los desalojos en la capital y otros municipios, la toma de centros escolares ha continuado por parte de estudiantes, aunque también hay casos, como el del Liceo Nacional, que están ocupados por carabineros, la policía militarizada que se caracteriza por su excesiva brutalidad.

Zalaquett informó que en su demarcación hay siete liceos tomados por jóvenes, pero adelantó que el fin de semana serán recuperados por el gobierno local, y aseguró que hay padres de familia dispuestos a impedir que las retomen los jóvenes.

Por su parte, el ministro de Educación, Harald Bayer, minimizó la dimensión de las movilizaciones de este jueves y consideró que los estudiantes no siguen a sus dirigentes masivamente. No obstante, dijo que el diálogo es factible, pero vamos a ver si hay posibilidad real de encauzarlo.