De diciembre de 2006 a julio de 2012, el gobierno federal destruyó 712 laboratorios clandestinos en los que se producían drogas sintéticas; la mayor parte estaban en los estados de Michoacán (285), Sinaloa (162) y Jalisco (145).

Reportes de la Procuraduría General de la República (PGR) indican que durante 2011 se desmantelaron 229 narcolaboratorios, y durante esas operaciones el Ejército Mexicano descubrió que las organizaciones criminales están produciendo dos precursores químicos sin necesidad de importarlos: ácido fenilacético y metilamina.

Según los informes gubernamentales, la producción de metanfetaminas se había realizado en laboratorios clandestinos con un bajo perfil tecnológico y personal sin preparación en el manejo y uso de sustancias químicas, situación que ha generado problemas ecológicos y pone en riesgo el entorno social donde se habilitan, ya que funcionan sin la más elemental medida de seguridad.

De enero de 2007 a julio 2011 se decomisaron 278 kilogramos de anfetamina y mil 419 litros de esta sustancia, más de 27 toneladas de seudoefedrina; 81 mil 550 kilogramos de ácido fenilacético, 12 mil 100 de fenilacetato de etilo y 17 mil 983 litros de metilamina, a pesar de que desde 2008 se impusieron controles más estrictos para la importación de sustancias utilizadas en la fabricación de drogas de diseño, como la metanfetamina.

Con los decomisos realizados sobre todo en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Manzanillo, Colima, se ha detectado que las bandas han establecido rutas de traslado de precursores químicos que parten de naciones como China, Asia y Holanda.