Islamitas radicales continúan la guerra de guerrillas declarada a autoridades del Cáucaso
Lunes 20 de agosto de 2012, p. 30
Moscú, 19 de agosto. La fiesta del Uraz Bairam, con la cual los musulmanes de este país celebran el fin del mes sagrado de Ramadán, quedó ensombrecida este domingo con un atentado suicida en la república de Ingushetia, que causó ocho muertos y una veintena de heridos, en la más reciente manifestación de violencia en el Cáucaso del norte.
Un atacante suicida hizo explotar la bomba que llevaba adherida al cuerpo durante el velatorio de un policía, abatido ayer en una emboscada. Los hechos ocurrieron en Malgobek, Ingushetia, y perdieron la vida siete colegas del finado, aparte del agresor, y resultaron heridos cerca de veinte policías.
Para el presidente ingush, Yunus-Bek Yevkurov, el asesinato del policía y el atentado con bomba son obra de los mismos ateos que se encubren con el nombre de Dios
, pues no respetan las fiestas más sagradas de los musulmanes
.
Grupos islamitas radicales, con o sin fiestas religiosas, prosiguen la guerra de guerrillas declarada a las autoridades en el Cáucaso del Norte, de modo que para ellos los ataques en una u otra república no son hechos aislados, sino que forman parte de una estrategia de desestabilización.
El atentado en Ingushetia sucedió un día después de la balacera en una mezquita de Jasavyurt, en la vecina Daguestán, cuando una decena de personas sufrieron heridas cuando dos hombres irrumpieron disparando a diestra y a siniestra contra los fieles y, al encontrar resistencia armada, huyeron en un coche.
Poco después hubo una fuerte explosión en esa mezquita, sin que las autoridades hayan reportado víctimas mortales, con al menos ocho heridos de gravedad. Aseguran que había dos bombas y el estallido se produjo cuando la policía intentaba desactivar –un artefacto que parecía un cilindro de gas conectado con cables– aparentemente la más potente.
Unos días antes, también en Daguestán, tres policías murieron y uno quedó herido en otra emboscada, poco después de que en Grozny, la capital de Chechenia, dos atacantes suicidas hicieron estallar sus bombas junto a un retén militar, causando tres muertos e igual número de heridos.