Es una consecuencia de las inundaciones y sequías ocurridas en países productores, dice
Aumentos en julio hasta de 6 por ciento en granos como el trigo, el maíz y la soya
Domingo 19 de agosto de 2012, p. 21
Lima, 18 de agosto. La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) atribuye el incremento de los precios de los alimentos a factores climatológicos adversos que afectan a los países productores.
El alza de precios de los alimentos en el mundo es una consecuencia de las sequías e inundaciones que afectan a los países productores, sostuvo el representante de la FAO en Perú, John Preissing.
El alza de precios se debe a las condiciones de sequía y a las inundaciones que han afectado la producción mundiales de estos alimentos, como Estados Unidos y otros países
, expresó.
Según el funcionario, las consecuencias ya se sienten con el incremento de hasta 6 por ciento en los costos de granos como el trigo, maíz y soya, que variaron sus precios en julio en comparación con junio pasado.
John Preissing, quien forma parte del grupo de investigación y extensión de la FAO también sostuvo que ese organismo de las Naciones Unidas monitorea la disposición de las tierras para la producción de biocombustibles, en detrimento de la producción de alimentos. Aseguró que el organismo tiene como principal misión garantizar la seguridad alimentaria y como parte de esta labor dispone de un sistema de monitoreo de los precios de los alimentos básicos donde hay alteraciones, para ofrecer alternativas a los consumidores.
Preissing explicó que las Naciones Unidas están involucradas en un plan de seguridad alimentaria mundial, por lo cual exhortó a los productores a que den prioridad a la disponibilidad de granos para consumo humano.
Puntualizó que en el contexto de esta política global, la ONU ha hecho observaciones al uso indiscriminado de tierras para la producción de etanol en detrimento de la producción de alimentos.
Sus declaraciones ocurren en momentos en que los precios de los granos base de la alimentación mundial: maíz, trigo y soya, se han incrementado en los días recientes, en medio de las afectaciones climatológicas en los países productores, como Estados Unidos, que padece la peor sequía en los últimos 56 años.
La semana pasada la FAO informó que el precio de los alimentos a nivel mundial se disparó en junio 6 por ciento y que el incremento puso fin a tres meses consecutivos de bajas en los productos básicos. Esa alza representó además el mayor aumento registrado desde 2009.
En su informe dado a conocer el pasado 9 de agosto el organismo de Naciones Unidas alertó sobre el riesgo de una posible crisis alimentaria a nivel global, como la ocurrida entre los años 2007 y 2008, si los países productores restringen sus exportaciones.
Los precios de granos como el trigo, soya y maíz en la bolsa de materias primas de Chicago cerraron con alzas el viernes por tercer sesión consecutiva, impulsados por las preocupaciones de que los ajustados suministros podrían restringir las exportaciones en la región del Mar Negro, dijeron operadores.
El contrato de la soya para septiembre avanzó 6 dólares, a 522.5 dólares por tonelada; el del trigo avanzó 12.75 centavos, a 8.74 dólares por bushel, es decir, por cada 25.4 kilogramos, mientras el maíz para entrega en septiembre de 2012 subió 1.25 centavos a 7.99 dólares por bushel.
Expertos advierten que el repunte de los precios en los principales productos agrícolas a causa de los problemas climatológicos tanto en Estados Unidos como en Rusia eleva el potencial de crisis alimentaria y aunque no se ha llegado a los niveles de carestía registrados en 2008, la situación podría deteriorarse rápidamente, alertó la semana pasada Abdolreza Abbasian, economista de la FAO.
Los analistas señalan que en esta época del año el clima es el elemento determinante en los mercados agrícolas y que la sequía que azota desde hace varias semanas a dos grandes regiones cerealeras, Estados Unidos y Rusia, hace temblar a agricultores y a inversores, dado el riesgo que esos países reduzcan las exportaciones de granos.
Esa situación ya se presentó en Rusia hace dos años, cuando el país padeció la peor sequía en más de un siglo, que ocasionó incendios durante varias semanas que devastaron las cosechas del país. A raíz de ello el gobierno decretó una veda a las exportaciones, que originalmente era por seis meses, pero que ante la gravedad de la escasez la medida tomada en julio de 2010 se extendió hasta mayo de 2011.