La plática con Óscar Chávez se desarrolla en sus oficinas de la colonia Roma, entre golpes de cigarro y sorbos de café. Los años han pasado para bien y para mal, cómo todo en la vida. Óscar expresa su optimismo y el ánimo que le provee dar conciertos. Tiene una veta musical enorme: la tradicional, de raíz.

En entrevista con La Jornada el cantante y compositor charla sobre el que será su concierto número 15 anual en el Óscar Chávez, en el Auditorio Nacional, el próximo 25 de agosto.

“En esta ocasión voy acompañado por el trío Los Morales: Nahuel, Juan Gedovius, en las percusiones; Hector Bocha Mazza en el piano, y Juan Martín en los alientos, con los cuales voy a cantar cosas mías y varias piezas latinoamericanas, de Chile, Venezuela, Ecuador y otros. Será  una noche muy variada en ritmos que a mí me gustan mucho.

“Importantes son dos composiciones de Violeta Parra, las cuales ya canté alguna vez; de Ecuador van dos o tres pasillos, ritmo que me encanta; se escuchará un chamamé de Argentina, también voy a incluir algunas milongas, y colaremos por ahí un tango… un poco de todo.

Tradición musical de AL

“Es infinita la tradición sonora de nuestros países. En México, por ejemplo, no se conocen ritmos de muchas regiones. Esto porque no se difunden en los medios masivos de comunicación, ni en la radio, ni en la televisión. En el sur del continente son bellísimos los pasillos ecuatorianos y el chamamé de Argentina, que en México casi ni se ha escuchado. Es difícil explicar cómo es, pero los invito a descubrir este género en el próximo concierto. Hay chamamés lentos y otros muy rápidos; es muy rico y vigoroso. Me refiero sólo a dos o tres del sur, pero en el Caribe hay otra riqueza. En el Caribe hay toneladas de ritmos. Si tuviera tiempo metería más canciones de esta zona, pero sólo tengo dos horas o un poco más de tiempo.

“Voy a cantar más de 30 canciones. Es una lástima no poder incluir algunas cosas de Colombia, pero sí se escuchará algo de la rica tradición venezolana.

Aunado a lo anterior hay que considerar las dotaciones instrumentales que en cada país y zona son diferentes. Para ello es fundamental la aportación de Los Morales, que tocan de todo. Son los gordos, como les digo yo.

Prácticamente, el Caifán mayor estará en el escenario durante todo el concierto, para beneplácito de su público. En otros años lo han acompañado artistas de diferentes géneros, a los cuales la gente acepta regularmente, pero no han faltado protestas de quienes sólo quieren oír a Óscar.

Chávez tiene seguidores desde los años 60, cuando se hizo famoso por su participación en la película Los Caifanes, que refleja un México totalmente diferente al actual en su vida nocturna y quehacer cultural.

Afortunadamente hay quienes todavía me quieren oír cantar. Claro que sí escucho las protestas del público desde el escenario, lo cual me parece muy divertido. También hay mamás que llevan a sus hijos. Me enteré que hay niños de seis años que quieren de regalo de cumpleaños ir a verme al Auditorio. Esto me parece maravilloso y me entusiasma. Una carcajada sonora siguió a este último comentario.

Conexión con el público

A Óscar no le da trabajo conectarse de manera inmediata con el público del Auditorio, pues es considerado un artista diferente, lejos de la mercadotecnia y de fórmulas gastadas. Por el contrario, deambula con un cariz crítico socialmente, políticamente, y apegado a las causas más nobles y revolucionarias de México, como el movimiento zapatista, en Chiapas.

“Lo importante es lograr que en un concierto se rompa el hielo lo antes posible, para que me griten cosas y hasta que se quejen. Todo me parece muy divertido.

“En esta ocasión voy a estrenar algo mío, algo amoroso. Se trata de una musicalización a un poema de Jaime Sabines, de quien fui amigo, aunque la gente no me lo crea.

“Voy a cantar algunos temas que he trabajado mucho con Héctor Morales, que este amigo encontró y que son sones veracruzanos. Para mí, cantar algo de hace 100 años me parece tan nuevo como algo recién hecho. Se escucharán algunas piezas antiguas del norte del país.

“Mi concierto ofrecerá la oportunidad de escuchar música y letra que no son difundidas por la falta de espacios. Faltan oportunidades y todo está controlado por unas cuantas personas de las empresas poderosas, de la radio y la televisión. Tampoco hay espacios físicos; ello impide que la gente conozcan una riqueza que está casi oculta. Lamentablemente, la vida nocturna de hoy es ir a ver viejas encueradas y los jóvenes a ingerir cubetas de cerveza. ¡Qué vergüenza! Antes esta ciudad tenía una vida nocturna rica y variada, espectacular. No hay vida nocturna, porque se le dio en la torre desde hace muchos años. ¡Qué tristeza para una ciudad de este tamaño y con tantos millones de habitantes! El Distrito Federal tuvo tantas cosas…

“Lo que se ve en la película Los Caifanes es real, es lo que se podía hacer. Un altísimo porcentaje de lo que se ve en esa película se grabó en la calle. Las noches en los años 60 tenían vida cultural. Todo mundo se juntaba: escritores, pintores, actores, directores de cine, etcétera. Eras amigo de teatreros, poetas y músicos. A partir de los años 70 se vino todo abajo. ”

Trabajar y cantar

El contexto social actual marcará parte del repertorio, dijo. Espero que la gente reciba bien algunas cosas, algunas canciones reflexivas sobre la situación del país. Esto será de manera muy somera. No voy a hacer parodias para atacar a nadie, porque ya me da una pereza impresionante. Por supuesto que hay cosas que decir, pero tantas otras ya no merecen ni siquiera una parodia. Como señala una frase de Valle-Inclán: todo lo que está sucediendo supera al escarnio. Hay que trabajar y cantar. También, en la medida de lo posible hay que procurar no ser tan solemnes ni chabacanos. Lo que está pasando es que se le está dando a la gente futbol hasta el cansancio.

Óscar ha cantado en Ciudad Universitaria desde los años 60, lo cual lo liga al sector estudiantil de México. Sobre el movimiento #YoSoy132, dijo: “Me es difícil opinar al respecto… soy optimista y creo que los tiempos cambian. El hombre es la circunstancia que vive. No se puede comparar lo que pasa ahora con el 132 con lo que ocurrió hace años. Lo digo con absoluto respeto: creo que los del 132 saben lo que hacen. Soy incapaz de decir u opinar si lo que están haciendo está bien o mal. No sé. Eso lo decidirá el tiempo, no lo que digan generaciones como la mía. Mis respetos, y espero que lo que hagan sea positivo, que tengan razón. Por ahí hay gente muy ociosa que hace comparaciones, pero en el 68 sabíamos lo que hacíamos, con todo lo que sucedió, con todo lo terrible que fue la circunstancia. Ahora creo que los jóvenes saben lo que hacen. Qué bueno que no sólo vean futbol.”

Óscar Chávez en concierto, el próximo 25 de agosto, a las 20 horas, en el Auditorio Nacional, boletos en Ticketmaster y en taquillas de Auditorio Nacional.