Mientras David Bowie se negó a participar en la clausura de los recientes Juegos Olímpicos de Londres, y también rechazaron hacer tal oso los Rolling Stones, Kate Bush y los Sex Pistols, otro de los egregios maestros de la gran cultura rock inglesa, Robert Plant, disfrutaba de una noche de buena música en Alabama, donde se presentó con su nuevo grupo, Sensational Space Shifters, un trabuco reforzado aún más con músicos africanos.

Aquella ceremonia, vista por millones en el planeta entero, resultó dando la razón a los dignos rechazantes: la idea fue mostrar el poderío de la música británica, dueña y señora de la industria de la música pop y rock. El resultado fue una apabullante, lastimera, vergonzante muestra de la decadencia artística de lo que en un tiempo fue la vanguardia, lo mejor de lo mejor. La música chatarra sonó frente a la irreflexión de quienes toman como único maestro la pantalla de televisión.

Lo importante de todo esto es que lo que la televisión mostró y muestra, de acuerdo con el crítico musical don Perogrullo, no es lo mejor, lo valioso, lo interesante. ¿Alguien preguntó por qué no estuvo, por ejemplo, Radiohead en ese carnaval de bisutería barata? (claro, hay que mencionar las infaltables excepciones: Brian May, Annie Lenox, Muse y –anote usted aquí sus favoritos–).

Entre lo valioso que aún queda está la trayectoria y el ejercicio incesante musical de quien pasó a la historia como el vocalista de Led Zeppelin y desde hace décadas dedicado a decantar deliciosas dádivas dignificadas.

A sus casi 64 años, que cumplirá el próximo viernes, Robert Plant acaba de lanzar dos nuevos discos, uno en dvd (solamente puede ser leído en reproductor blue ray) y el otro en cd de audio. El primero documenta el concierto del 31 de mayo pasado, con el título Robert Plant & The Band of Joy y el segundo, precisamente, Robert Plant Band of Joy.

La Banda de la Alegría fue el segundo de los muchos grupos que ha formado Plant en su carrera. La fundó en 1966, con el insuperable baterista John Bonham, corazón de Led Zeppelin, y ahora la volvió a juntar, diversificado.

El nuevo cd lo grabó luego de una obra maestra que ya reseñamos aquí (http://tiny.cc/8176iw) titulado Raising Sand.

Estas dos nuevas grabaciones combinan revisitaciones del repertorio Led Zep, con creaciones solistas de don Beto Maceta (Robert Plant, je), y resultados verdaderamente fascinantes.

Así como no todo fuera de México es Cuautitlán, no todo lo que pasaron en la tele es la cultura musical de Gran Bretaña.

¡Larga vida a don Beto Maceta, digo don Robert Plant!

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