Madrid, 16 de agosto. Baltasar Garzón, el ex juez español que dirige la defensa legal de Julian Assange, dijo este jueves que las autoridades británicas deben cumplir con la legalidad internacional y permitir el traslado a Ecuador de su defendido, fundador de Wikileaks, plataforma desde la que se han difundido los mayores secretos y escándalos públicos de las últimas décadas.

Assange está muy bien y en ningún momento se le ha pasado por la cabeza escapar o ir a ningún sitio, advirtió el abogado español y experto en derecho internacional reconocido por su actuación en procesos históricos como el que permitió la única detención del dictador chileno Augusto Pinochet, precisamente en el Reino Unido.

Garzón indicó que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia si Gran Bretaña no deja salir a Assange con destino a Ecuador.

Al recibir la noticia del asilo concedido al fundador de Wikileaks, Garzón manifestó su satisfacción, una vez que confirmó que Assange tenía razón en la demanda que había hecho en un país tercero y democrático que no tiene ningún interés en el asunto.

El siguiente paso es claro y lo estipula con nitidez la legislación, expuso Garzón. Una vez que se ha producido la concesión del asilo, ha sido comunicada al encargado de negocios de la embajada británica en Ecuador y éste debe transmitirla a su gobierno. Ahí están los documentos expuestos por el gobierno de Ecuador justificando el porqué del asilo, cuál es la razón del temor de que Assange pueda sufrir las consecuencias de una persecución política y de unas condiciones que no son las debidas para que se desarrolle un juicio con garantías; esas garantías se han solicitado a los diferentes gobiernos implicados y no han sido contestadas. Consecuentemente se ha tomado esa condición. Desde el punto de vista de la defensa, entendemos que las únicas obligaciones que de acuerdo con la legislación internacional aplicable debe cumplir es otorgar un salvoconducto y posibilitar la salida de Assange hacia territorio ecuatoriano. Eso es lo que creemos y eso es lo que vamos a defender y pedir, y si no es así, comienza una andadura legal complicada que puede llevar a optar la reclamación en La Haya.

Ante la amenaza de las autoridades británicas de una eventual irrupción en la embajada ecuatoriana para detener a Assange, Garzón explicó que no me atrevo a pensar que lo podría hacer, pues quebrantaría la normativa internacional y los propios precedentes de apoyo que ellos mismos pidieron y le fueron concedidos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el 29 de noviembre de 2011, cuando su embajada en Irán fue invadida; ahí estableció la inviolabilidad absoluta de las embajadas.

Garzón, quien se encuentra en República Dominicana, pero que mantiene una estrecha comunicación con Assange, advirtió que la vida de éste corre peligro, sobre todo por los numerosos escándalos diplomáticos y militares que ha desvelado y podría desvelar en el futuro.