Multivisión prepara la estrategia legal para evitar que le retiren las concesiones en la banda de 2.5 gigahercios y también las pruebas con las que demostrará que su presidente, Joaquín Vargas, no mintió al afirmar que funcionarios del gobierno de Felipe Calderón lo presionaron y condicionaron para permitirle conservar el espectro.

El empresario advirtió en la conferencia del miércoles pasado que si alguien negaba alguna de sus afirmaciones presentaría las pruebas necesarias que no son grabaciones porque nosotros somos gente de trabajo, gente de prestigio que no nos dedicamos a grabar a nadie, y agregó: Si cualquiera de las personas aludidas niega lo que yo estoy diciendo, con muchísimo gusto los volvemos a convocar para aportar las pruebas que sean necesarias para acreditar lo que yo estoy afirmando.

El vicepresidente de Relaciones Institucionales, Felipe Chao Ebergenyi, informó que la empresa se encuentra en la tarea de prepara esas pruebas que serán dadas a conocer en breve, así como la estrategia legal a seguir en contra del proceso de rescate del espectro.

En respuesta a la decisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de recuperar de forma anticipada las concesiones de MVS con el argumento de que ese espectro está subutilizado y que la empresa se negó a pagar la contraprestación que estableció la Secretaría de Hacienda, Joaquín Vargas afirmó en conferencia que el gobierno condicionó la explotación de ese espectro primero a que la periodista Carmen Aristegui se disculpara por haber aludido a presuntos problemas de alcoholismo del presidente Calderón; y luego a que MVS no impugnara la autorización para que Televisa y Iusacell se concentraran en el mercado de telefonía fija.

En septiembre de 2010 MVS presentó un documento al presidente Felipe Calderón sobre el proyecto 2.5 Banda Ancha para Todos en el que destacó que tener 190 megahercios no representa ningún riesgo de concentración de espectro ya que únicamente es 11 por ciento del total de las frecuencias susceptibles de ser utilizadas para ofrecer servicios de datos de banda ancha.

Carmen Aristegui ratificó ayer en la primera emisión de noticias MVS que hace 18 meses los ejecutivos de esa empresa fueron presionados para que ella ofreciera una disculpa al presidente Felipe Calderón por haber aludido a problemas de alcoholismo, pero, dijo, del resto de las presiones para que la empresa conservara la banda de 2.5 Ghz no tuvo conocimiento.

Ratificó que la familia Vargas no se merece presiones como a las que fue sometida hace 18 meses o a las actuales y que tampoco se puede pedir el despido de un periodista para cumplir con un berrinche presidencial.

Luego de presentar a su audiencia las declaraciones hechas la víspera por Vargas Guajardo, en las que el empresario aseguró que entre las condiciones para conservar la concesión de banda ancha, el gobierno de la República exigía una disculpa pública de la periodista, a través de una carta redactada en Los Pinos, por haber comentado presuntos problemas de alcoholismo del presidente Felipe Calderón, así como el comunicado emitido por la Presidencia de la República, en el que asegura que Vargas Guajardo tergiversa y calumnia, Carmen Aristégui dio su punto de vista sobre su papel en este conflicto: lo que aquí hemos hecho, y seguimos haciendo es un asunto de carácter periodístico, esa era mi batalla en ese momento y la que hoy volvemos a refrendar.

Reivindicó su negativa a asumir una postura forzada, contraria a mi conciencia de decir, por orden de Los Pinos, lo que yo no quería decir. Una disculpa para la que yo encontraba, en conciencia, que no había lugar para ella, y si me preguntan qué pienso hoy, pues pienso exactamente lo mismo.