En su libro más reciente, Perros muy azules, la poeta Claudia Hernández de Valle-Arizpe va del verso a la prosa poética al abordar las vicisitudes de un ermitaño: solo, una mujer con Alzheimer: enferma y una joven: el viaje.

Se trata de tres relatos y personajes vinculados entre sí, con los que el lector se puede identificar, explica la autora en charla con La Jornada.

La estructura del poemario la pensó Hernández de Valle-Arizpe, para aproximarse a la narrativa y como una manera de acercar a los lectores más a la poesía.

Un primer tema es el Alzheimer. “Mi preocupación –manifiesta la autora– es en torno a la pérdida de la memoria inmediata, a la pérdida de la capacidad mental en una mujer mayor que está enferma”.

Ficción desde la poesía

Solo es un personaje construido de muchos personajes. Su vida tiene que ver con el aislamiento, la obsesión por el pasado, por estar siempre atado a lo que ya se fue, como es el caso de una mujer que lo abandonó y que el lector verá que es el personaje el viaje.

En el ermitaño, continúa la autora, se incorporan imágenes cinematográficas, referencias musicales y fotográficas, “que a mí como autora todo el tiempo me están obsesionando, como por ejemplo música y letras de Leonard Cohen, cintas como Nostalgia, de Andréi Tarkovski, The Pillow Book, de Peter Greenaway”, de la cual retomó la escena del perro que se refleja en un charco.

Como parte de este personaje se ve reflejado el aislamiento producto de la tecnología, como pasar horas frente a los aparatos, estar escuchando de manera neurótica lo que hacen los vecinos, el desprecio por los otros, mirar desde la ventana cómo el mundo pasa sin involucrarse en esa cotidianidad. Se trata al final de cuentas de un personaje con una depresión profunda.

En el caso de la joven: el viaje tiene tintes autobiográficos, a partir de las experiencias que vivió la autora durante su estancia en Pekín, entre 2005 y 2006. Este personaje es una mujer más libre, pues acepta que el amor que vive es algo valioso y que no hay que estar pateando el presente o a lo que el presente trae consigo, sino que esa aceptación genera una felicidad bastante agradable.

Ello, detalla Hernández de Valle-Arizpe, es reflejo de mi momento actual, de mis 49 años, en los que me siento muy a gusto con muchas cosas.

El punto de convergencia de esos tres personajes, abunda la autora, es el tiempo y la memoria. El tiempo es el tema del libro y el hilo conductor la memoria.

Perros muy azules obtuvo en 2010 el Premio Iberoamericano de Poesía Jaime Sabines para Obra Publicada. De acuerdo con José Ángel Valente, este libro constituye, hasta la fecha, el volumen más desconcertante de la autora. Ha escrito, desde la poesía, una extraña, convulsa y fascinante ficción.

Publicado por Ediciones Era y la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el libro será comentado por la poeta Claudina Domingo y Carlos López Beltrán, hoy a las 19 horas, en la Casa Refugio Citlaltépetl (calle Citlaltépetl 25, colonia Condesa).