La subsecretaría del Sistema Penitenciario y la Secretaría de Salud (SS), ambas del Distrito Federal, implementaron un cerco sanitario en el dormitorio seis del Reclusorio Norte luego de que se detectaron ocho internos con hepatitis A.

Los afectados fueron aislados para su observación en la Unidad Médica del propio centro de reclusión, luego de que descubrieron que estos internos presentaban síntomas como coloración amarillenta de la piel, cansancio, ausencia de movimiento, entre otras características de la enfermedad.

La SS informó que los reos con este padecimiento oscilan entre 18 y 29 años de edad y señaló que por el momento el momento quedan descartados casos de hepatitis B o C. Las autoridades penitenciarias suministran medicamentos a los presos que tenían mayor contacto con los enfermos como medida preventiva.

El cerco sanitario incluye la implementación de medidas higiénico dietéticas y la realización de un exhaustivo monitoreo de las condiciones en que se encuentran los presos ubicados en el dormitorio seis donde se originaron los casos mencionados. También se lleva a cabo la valoración médica de mil 49 internos del dormitorio seis para la detección de síntomas.

Por otra parte, el Centro de Observación y Clasificación del Reclusorio Norte tuvo que ser sanitizado luego de que se presentó un cuadro de prurito (ronchas en la piel), causado por picaduras de insectos, que afectó a los 60 internos de que se encuentran en dicha área.

Ante esta situación, las autoridades del penal dotaron de nuevos uniformes y cobijas a los presos afectados, y las prendas que utilizaban fueron incineradas.