Las naves ya construidas representaron un ahorro de 80% respecto a valor de mercado
Martes 14 de agosto de 2012, p. 3
Antón Lizardo, Ver., 13 de agosto. Después del éxito alcanzado en el proyecto del Vehículo aéreo no tripulado (Vant), con la construcción de seis aeronaves para reconocimiento, vigilancia e inteligencia, con un costo equivalente a 20 por ciento de una nave similar adquirida en el mercado nacional o extranjero, la Secretaría de Marina está lista para un nuevo reto: crear en el próximo sexenio un sistema aéreo no tripulado de patrulla marítima, capaz de cubrir totalmente las 200 millas de zona exclusiva.
Una vez que la Armada de México comprobó en el terreno la capacidad de los seis Vant –que tienen un peso máximo de 10 kilogramos y una autonomía de 80 minutos–, construidos por científicos navales en un periodo de 15 meses, los encargados del proyecto revelan que los 18 aparatos sustituirían hasta en 75 por ciento las operaciones de vigilancia, reconocimiento y evaluación de daños que realizan actualmente las aeronaves tripuladas.
No sólo se trata de reducir costos, explica el oficial encargado del proyecto –cuyo nombre se reserva por razones de seguridad–; implica también no poner en peligro al piloto ni a la aeronave en operativos que implican riesgo.
Se trata, además, de disminuir esa dependencia tecnológica, sobre todo en un sistema que está expuesto de manera permanente a los riesgos naturales, subraya.
Las aeronaves no tripuladas van a ir a las partes sucias, donde no es conveniente para la institución mandar una aeronave tripulada que pueda ser dañada por personal en tierra o por grupos de la delincuencia organizada
.
Después de observar en acción al Vant en las inmediaciones del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Armada de México (ubicado a un lado de Heroica Escuela Naval), los integrantes del equipo que construyó las aeronaves destacan que, además del apoyo a la protección civil y la vigilancia de convoyes, las naves tienen capacidad para ser utilizadas en una situación táctica
, como sería un operativo para capturar criminales de alta peligrosidad.
La idea es que cuando se realice un operativo táctico, la fuerza que entrará en acción utilice la información que le envíe en tiempo real la aeronave, la cual puede dar datos precisos sobre características del inmueble y cantidad de vehículos necesarios para entrar en acción.
Esta capacidad se conserva de día y de noche; los aviones cuentan con montaje de cámaras diurna o nocturna, según el caso.
Ante el inminente cambio de gobierno y el relevo en la Armada, los entrevistados hacen un llamado a que como Estado se apueste por el desarrollo. “En países del primer mundo destinan gran cantidad de recursos para el desarrollo de estas aeronaves y, aunque nosotros no somos un país bélico, lo que se pretende hacer es que contemos con esta herramienta para reconocimiento, apoyo a la población civil y vigilancia de nuestras zonas jurisdiccionales.
“La Armada daría un salto importante en materia de tecnología, ya que el software, el modelo, los materiales fueron desarrollados por los científicos navales. Esto sin contar el ahorro en la adquisición y mantenimiento de las naves, mientras que el Ejército y la Policía Federal optaron por la compra de equipos similares.
Trabajamos 24 horas los 365 días y no recibimos una compensación adicional; simplemente nuestro sueldo, que está contemplado en nuestro grado militar
, dicen orgullosos.
Dejan en claro que con los seis prototipos construidos se cumplió con la orden del mando naval de contar con naves con un alcance de seis kilómetros, autonomía de 80 minutos para la vigilancia de un área específica y para evaluar daños en caso de desastres naturales.
Una vez que se demostró su operatividad, las naves serán entregadas (dos naves constituyen un equipo) en fecha próxima al personal especializado que lo operará de acuerdo con las directrices que indique el alto mando naval.
Cuestionados sobre si existe la capacidad para llevar a cabo el Proyecto de Sistemas Aéreos de Vehículos No Tripulados para Patrulla Marítima, los entrevistados señalan seguros que es un reto que el equipo de científicos navales es capaz de afrontar, porque se cuenta con personal que recibió capacitación en México y en el extranjero en diferentes disciplinas.
Sólo faltan los recursos económicos, que si los comparamos con los beneficios que recibirá la Armada son mínimos
.