En los pasados cinco años y medio Petróleos Mexicanos (Pemex) aportó vía impuestos, derechos y aprovechamientos el mayor monto en la historia: más de 311 mil millones de dólares, revelan informes de la paraestatal.

Pese a esas aportaciones, que se situaron en niveles récord, la dependencia de las finanzas públicas respecto de los ingresos petroleros se ha mantenido, al representar alrededor de 34.1 por ciento del total de los ingresos federales en promedio entre 2007, primer año de gestión de Felipe Calderón, y el primer semestre de 2012.

En el lapso referido, pese a haberse registrado el mayor número de reformas tanto en materia tributaria como al régimen fiscal de Pemex, no se logró incrementar el nivel de ingresos no petroleros, y la dependencia de los recursos provenientes de la actividad petrolera prácticamente se mantuvo en los índices promedio registrados en el sexenio anterior.

De acuerdo con los reportes de Pemex, en 2008 se registró la mayor dependencia de los ingresos petroleros, al representar 36.9 por ciento de los fondos federales. En 2007 significaron 35.4 por ciento, 36.9 en 2008, en 2009 se redujo a 31, 32.9 en 2010 y en 2011 aumentó a 34.5.

Los informes de Pemex detallan que en 2007 la empresa entregó al fisco 62 mil millones de dólares, 57 mil millones en 2008, 42 mil en 2009, 53 mil millones en 2010, 63 mil millones en 2011 y en el primer semestre de 2012 enteró 34 mil millones.

Al respecto, especialistas del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, dependiente de la Cámara de Diputados, opinaron que a pesar de los esfuerzos realizados con la aprobación de reformas al sistema tributario, a través de la aplicación de mayores tasas impositivas y de nuevos impuestos, así como de haber incrementado el padrón de contribuyentes a través de la fiscalización, se ha logrado un crecimiento limitado en la recaudación de ingresos tributarios.

Por otra parte, con los diversos cambios al régimen fiscal de Pemex se ha buscado disminuir la carga fiscal de la paraestatal mediante el establecimiento de nuevos derechos a la extracción de petróleo crudo y gas natural; sin embargo, es un hecho que los altos precios del petróleo registrados durante los últimos años han evitado que la dependencia petrolera se reduzca y que las finanzas públicas tengan déficits importantes.

Por tanto, ante la incapacidad de elevar la recaudación mediante las reformas planteadas, los ingresos petroleros han sido sustento para las finanzas públicas, que tarde o temprano deberán ser sustituidos por mecanismos de recaudación que hagan más eficiente la obtención de recursos y acaben con la elusión y evasión fiscal.