En la cima de Bellavista, delegación Tlalpan, ondea una bandera rojinegra que advierte la presencia del Frente Popular Francisco Villa Independiente (FPFVI), que efectúa una invasión de tierras en San Miguel Xicalco. La organización comandada por Armando Chicalote contó con el aval de autoridades para apoderarse de un predio que no le pertenece, afirmaron habitantes del poblado.

Meses atrás el predio fue motivo de un enfrentamiento entre comuneros que reclamaban la propiedad, luego de un intento de linchamiento y la detención de cinco personas, Bellavista es nuevamente motivo de disputa, ahora con el FPFVI, que intenta trasladar su dominio del oriente al sur de la capital, en una de las zonas de mayor plusvalía, por estar en área boscosa.

En plena reserva ecológica Los Panchos de Cabeza de Juárez, como los han identificado, llevaron a cabo la invasión sin que nadie los detuviera. El pasado 30 de abril empezaron levantando cuartos con plásticos y materiales de desechos. A casi cuatro meses de su llegada, comienzan a verse los cimientos de los cuartos que acostumbran edificar de material consolidado, pero en esta ocasión en una zona verde, donde la construcción no esta permitida y quien lo hace comete un delito grave.

Pese a ello, la mancha urbana que han iniciado parece no detenerse, pues están a un costado de un predio que, según señalaron los vecinos de San Miguel Xicalco, pertenece al jefe delegacional en Tlalpan, Higinio Chávez, quien también se apoderó de éste en forma irregular.

Sobre la ocupación han sostenido diversas reuniones, tan- to con autoridades de los gobiernos central y delegacional, pero sin ninguna acción concreta, lo cual permitió que el pasado 17 de junio se consolidara la invasión, pues Armando Chicalote es atendido directamente en el Gobierno del Distrito Federal, manifestaron.

La tierra comunal de San Miguel Xicalco ha sido botín de los especuladores que la han fraccionado y vendido. De las 311 hectáreas que fueron reconocidas a la comunidad han perdido 20 por ciento que ahora está en pequeña propiedad, pero en ningún caso con inscripción en el Registro Público de la Propiedad.

Con la llegada de FPFVI los comuneros temen sea parte de los cambios de uso de suelo que permiten la urbanización de áreas verdes.